Son las 10 y media de la noche y lo tengo todo preparado ya. La mochila lista dispuesta como su portador. La ropa arreglada para cambiarme y salir en el bus. Por fin esta mañana he recibido la confirmación del permiso y puedo irme tranquilo perdiendo de vista los diferentes bicho de por aquí.
Tengo una gran ilusión por hacer este camino. Hace años que me rondaba la idea y ahora es maravilloso pensar que tengo tiempo suficiente para hacerlo, tranquilo, despacio y con buen tiempo (al menos eso esperamos), junto a la compañía de mi amigo Joseba.
Que se haya podido llevar adelante este proyecto ha sido complicado ya que tenía que coincidir que tanto Joseba como yo mismo pudiéramos hacerlo y así ha sido ahora. Efectivamente una vez más formamos equipo para hacer una nueva ruta.
Mañana a estas horas estaremos en Sevilla. Tendremos unas horas para poder disfrutar algo de la semana santa y de la ciudad en primavera, del olor a azahar. Espero encontrarme con Amparo y algún otro amigo de por allí como Pepe. Atrás quedan todos los problemas de este año, toda la gente absurda que ha intentado hacerme la vida imposible: quedaos con vuestro mundo de miserias y mediocridad porque yo me marcho para no tener que veros ni que soportaros, para disfrutar del camino, de los peregrinos, de la soledad: para olvidar a la pequeña gente que no tiene vida propia y tiene que justificarse intentando eliminar a los que no somos así, a los que sí la tenemos y además con ilusiones. Aquí se quedan los torpes, los mediocres, los que sólo saben negar un saludo y un gracias si no obtienen, a cambio, su dosis de halago. No merecéis la pena y ahora mismo os olvido. Prometo no volver a nombraros más en todo este tiempo, prometo no pensar más en vosotros, no perder mi tiempo en eso.
Un recuerdo también para mis amigos y compañeros del comité: sois estupendos y es un placer compartir mi tiempo y mi trabajo con vosotros. Os llevo en mi mochila y estaremos en contacto.
También una mención a la gente de Almería (sobre todo Francisca), a mis compañeros de los cursos, por las horas que hemos pasado planificando el trabajo, en el coche charlando: gracias por todo y prometo estar disponible cuando me necesites (te he abandonado un par de meses pero sabes que lo necesitaba). Gracias por darme la oportunidad de trabajar con vosotros.
Un abrazo también para todos mis amigos peregrinos de todos estos años, todos venís conmigo, me acompañáis: Gerard, Patrick, Emilio, Eneko, Estibaliz, Maxi, Eric, Olivier, Jose, Sebas, Joaquín, Luis, Malagueños, Paco y Mari Antonia, Ascen, Flavio, David, Rosalía, Paco, Toni, Ramón, Javier, Ana… Sé que no os nombro a todos pero sí os recuerdo a todos.