Ya está todo más o menos dispuesto. He comenzado a escribir la primera entrada del nuevo blog, en cuanto esté todo preparado lo publico. Voy a crear un nuevo blog enlazado con este para que sea más fácil acceder. En cuanto lo tenga todo listo iré avisando. Veo que el blog de la plata se sigue moviendo y me alegra mucho. Gracias por tus comentarios, Paco, me alegra que te hayas divertido leyendo nuestras aventuras de la primavera y me encanta leer que os vais a estar unos días por las galicias: si vais a ir a Santiago no te olvides de comerte una buena mariscada acordandote un poquito de tus amigos de por aquí y de este humilde peregrino. Por cierto que te aconsejo que te la comas en un restaurante que está al fondo de plaza Galicia y se llama Fornos y está justo detrás del aparcamiento subterráneo de esa plaza.
También te aconsejo que vayáis a cenar una noche a un pequeño restaurante que está al final de la calle entre ruas en una placita preciosa. El restaurante mejor es el primero, el que está justo al final de entrerruas y el caldo gallego es delicioso así como su riberio de la casa.
Por último no os perdáis el restaurante «El Asesino», uno de los más tradicionales de Santiago y que sigue teniendo un encanto especial (ahora algo diferente con la renovación de gestión)
También me alegra que os gustara, Santi y compañía, la playa de las catedrales, con marea baja es realmente algo impresionante. Siento no haberte podido decir el nombre de un restaurante que hay por allí cerca y que es algo increible. A nosotros nos llevó mi amiga Carmen, de Lugo, y no os puedo decir exactamente dónde está, aunque sé que no está lejos de allí.
Lo dicho, me pongo a trabajar en los nuevos personajes de esta aventura por el norte, los ascos de mi hija Isabel por todos los albergues y sus manías… litle Cinderella y su soledad con los ratones y mamá la de las ampollas ausentes (por fin en este camino). Prometo contar casi todas las cosas e incluso alguna indiscrección con el permiso de la family, también llamada el comando peregrino, la familia de las crocs, los ángeles de Charlie (Juan), o la cuchipandi según algunos de los personajes que hemos tenido el placer de conocer.
Os adelante que encontraremos un hospitalero al que se le ponían los pelos como escarpias de ver a la cuchipandi, pero que no limpiaba demasiado en el albergue, una familia de franceses muy santos y rezadores que tomaban el autobús para llevar el ritmo desde Suiza a Santiago, un ex-presidiaro enamorado del sector femenino de la cuchipandi, una pareja Sevillano-mallorquina, que no era pareja, un vasco experto en el camino que daba lecciones a todos y nos ilustraba con sus conocimientos (más bien nos cegaba con ellos), dos francesas amigas de los autobuses y familiares de las ampollas, dos granadino-murcianos llenos de ampollas y porretas… Como podéis comprobar no faltarán todo tipo de peregrinos enmarcados en las historias de nuestro camino desde Irún hasta Fisterra.
También os informo de que voy a dedicar una parte del nuevo blog a responder a las cuestiones técnicas que puedan ir planteando los lectores. Consejos, dudas, secretillos y lugares especiales tendrán un espacio a petición de algunos peregrinos que hemos conocido y que pedían que se incluyan estas cosas para prácticas que pueden ayudar bastante a la hora de hacer el camino.
Yo, mientras preparo el blog ya he comprado las guías para mi próximo viaje: pretendo hacer el gr 3 francés que baja por La Loire y sus castillos. He recibido las topoguides y he trazado el track para echarle un vistazo; parece bastante interesante ir junto al Loire hasta su desembocadura y pasando por ciudades como Orleans, Blois…
Un abrazo a mi compañero Joseba, te he echado de menos. Otro a Maxi, Irati y Estíbaliz por su hospitalidad y cálida acogida en casa, como siempre. También un abrazo Julio, fue un placer tomar unos orujos con vosotros aquella tarde en Guernica.
Un abrazo a todos los peregrinos que hemos conocido y un beso muy fuerte para la cuchipandi: habéis sido estupendas y ha sido un placer compartir espacio y tiempo con estas auténticas peregrinas, a pesar de las guarrerías y de algún que otro cabreo. Un beso muy fuerte.