Camino del Cantábrico etapa 4ª: San Ciprián – Viveiro

A lo largo de la tarde varios chaparrones nos hicieron tener cierta ilusión de que la fiesta podía suspenderse y así permitirnos dormir. Al llegar a la cena incluso la señora del hotel nos ofreció otra habitación interior que no nos solucionó el problema porque el sonido de la música molestaba igual.

Nos fuimos a cenar al restaurante del hotel y enseguida a la habitación hasta que… A las 12 más o menos comenzaron los bailes y danzas. Noche entre gaitas y sonidos patrióticos gallegos en un concierto folk que se prolongó hasta más allá de las cuatro de la mañana. Nuestras súplicas a los dioses no sirvieron para nada y pudimos dormir a ratos entre cantos regionales y gritos de los asistentes exaltando la etílica amistad.

Bastante malhumorados y mínimamente descansados nos pusimos en marcha con un zumo y una palmera de hojaldre comprados en el súper la tarde anterior, ya que todo estaba cerrado.

El camino sale de San Ciprián y las indicaciones marcan entrar hacia el monte evitando la carretera. Nuestra experiencia nos dice que seguir las señales por el interior suele ser algo más complicado y además ofrece un perfil mucho más complejo. Nosotros llevábamos el track de Jagasso y hemos visto que el tramo de carretera no era muy grande y además no había tráfico a esas horas así que hemos decidido seguir la carretera y evitar el peligro de perdernos sin señales. La elección ha sido un acierto porque rápidamente hemos pasado el tramo y hemos vuelto a retomar las señales rojas de la Ruta do Cantábrico justo en el punto en el que la carretera entra hacia la costa evitando la fábrica de aluminio.

Este tramo de la ruta no puede seguir la costa porque el complejo de la fábrica de aluminio y el puerto impiden el paso hasta la zona de Cabo Morás. El primer trozo es bastante feo puesto que vas paralelo a la valla de separación de los complejos industriales. Al menos hemos tenido la suerte de encontrar un estupendo bar abierto nada más tomar el desvío y así hemos tomado un café calentito.

Si bien el primer tramo es bastante pesado lo cierto es que lo que viene a continuación compensa con creces el duro inicio. Varias indicaciones de peligro general nos han hecho dudar un poco sobre si seguir las señales de la ruta. La verdad es que estaba muy bien señalizado todo y eso nos ha hecho animarnos a seguirla en lugar de continuar con el track de Jagasso, que iba más por el interior. Hemos vuelto a acertar.

En Cabo Morás se acumulan los enormes bloques de hormigón que sobraron de la fabricación del puerto y da un aspecto un tanto extraño a toda esa zona. Desde allí se dobla a la izquierda y comienza una preciosa senda en constante sube y baja paralelo a la Costa justo por encima de los acantilados. 

Es verdad que hasta ahora el camino no había defraudado pero lo de hoy ha superado todo lo visto hasta ahora: el tramo desde Cabo Morás hasta el Faro de Roncadoira es uno de los caminos más bonitos que he hecho en todos mis años de caminante. Para colmo el día era maravilloso y la visibilidad perfecta, lo que nos hacía ver hasta el faro de Estaca de Bares.

Fuertes pendientes de ascenso y descenso hacen que el camino se haga algo lento. A eso hemos de añadir los continuos parones para recuperar el aliento y para hacer fotos. 

Para llegar a la Playa de Porto el camino se mete un poco hacia el interior y vuelve a acercarse hasta subir al faro de Roncadoira. 

La llegada al faro es algo maravilloso, las vistas impresionantes. Hemos parado un buen rato a recuperar fuerzas y a disfrutar del lugar.

El resto de la etapa sigue más o menos en la misma línea. Poco a poco hemos ido haciendo quilómetros en un recorrido que se hace algo duro por el tiempo que hemos tardado en recorrerlo. 

En Praia de area hemos encontrado un chiringuito de playa abierto y hemos podido tomar algo y recuperar fuerzas. Desde allí un esfuerzo más y llegar a Viveiro.

Nuestra idea era comer en Celeiro porque se estaba haciendo algo tarde. Hemos bajado hasta el puerto pero no hay nada para comer, sólo bares de cerveceo. Para colmo están en fiestas y todo estaba lleno de gente. Ante tal idea hemos seguido hasta Viveiro y allí hemos parado en un restaurante a comer. Un estupendo y abundante menú por 12 euros nos ha permitido descansar y recuperar fuerzas ya que a esas horas en calor también apretaba.

Teníamos en hotel en Covas, en la otra parte de la ría: As Areas I. El hostal está aceptablemente bien y muy cerca de la playa. Hemos dejado las mochilas y nos hemos ido directos a darnos un baño. Yo he aprovechado para darme un nuevo baño en el Cantábrico: y van tres de tres.

Después hemos descansado un ratito y hemos ido a cenar algo a Viveiro, a la zona de tapeo de la Rúa Pastor Díaz. Luego un paseo hasta el hotel y recuperar fuerzas después de una jornada muy larga e intensa en emociones.
I

Resumen de la etapa 30,1 km en 7 h 38 min. A 3,92km/h con desnivel acumulado subiendo de 459 metros. Etapa en wikiloc.

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