12ª Ponferrada – Las Médulas

De Ponferrada a Las Médulas

Después de dar algunas vueltas por la ciudad del castillo y de cenar en una pizzería, como conté ayer, nos fuimos a dormir al hotel en el que nos alojábamos. Escribir entrada y fin de jornada.

Hoy hemos amanecido a las 6 para comenzar pronto y así aprovechar bien el día que se nos presentaba: muchos quilómetros, mucho calor y visita turística a Las Médulas. Como teníamos casi 30 km nos hemos propuesto hacer la etapa rapidito con el fin de llegar pronto y así poder hacer alguna ruta aquí. Todo se ha puesto de cara desde el principio.

Al bajar de la habitación nos hemos encontrado con la agradable sorpresa de que el bar estaba abierto y podíamos desayunar opíparamente. El camino de invierno está muy bien señalizado desde el principio a la salida de la ciudad. Transita casi todo el tiempo por pistas de tierra con bastantes tramos entre arbolado y evitando los principales problemas del camino. La etapa de hoy incluía algún que otro problemilla como el par de subidas de un desnivel de más de 300 metros así como que no había nada para parar hasta Borrenes.

Señal del camino de Invierno en León

Señal del camino de Invierno en León

Puente de salida en Ponferrada

Puente de salida en Ponferrada

Pese a las dificultades todo ha salido perfecto, incluso la dura subida al castillo de Cornatel pasando antes por el increíble pueblo de Villavieja y sus peligrosos perros sueltos.

Vista del castillo de Cornatel

Vista del castillo de Cornatel

Hemos tenido una desastrosa parada en Borrenes, cuando la señora del bar no nos ha querido ofrecer su hospitalidad a cambio de un puñado de euros. Se trataba del mismo bar en el que fueron tan amables hace unos años cuando estuvimos de vacaciones allí, parece que mucho han cambiado las cosas desde entonces. Al final nos hemos podido tomar un refresco comprado en la tienda de enfrente aunque al sentarme en el banco me he pegado un chicle en el pantalón. El tramo final desde Borrenes es una subida constante no muy dura pero que se atraganta algo, por carretera y con mucho calor ya. De todos modos la etapa la hemos hecho muy bien y hemos llegado a Las Médulas sobre las 11:30 y nos hemos ido directos al hotel para dejar mochilas e informarnos de las distintas rutas para hacer aquí.

Mientras yo iba a informarme de todo Joseba me esperaba en el bar dando cuenta de un par de «refrescos» y unas tapitas de cecina y embutido. El plan es el siguiente: Visita al lago inmediata, comida en el hotel, visita guiada a la zona baja de las Médulas y final subiendo al mirador y los canales de Orellán.

Lago de Sumido

Lago de Sumido

Todo ha salido a la perfección incluyendo una comida estupenda y una siesta de la que ha disfrutado Joseba mientras yo me peleaba con la wifi intentando hacer un trabajo que me habían pedido sobre el abiesweb.

A las cinco, con la fresquita, nos hemos ido a la oficina de información a esperar la visita guiada que nos ha llevado casi dos horas entre castaños entre las explicaciones «profesionales» de la guía de turno sobre romanos, astures y capas de sedimentos con niveles de oro para explotar. Al finalizar la visita hemos tomado la senda que sube directamente al mirador. Se trata de 900 metros de recorrido con una subida de 250 metros con rampas de más del 20%. Arriba hacía aún mucho sol y no hemos podido aprovechar la sesión fotográfica ante las espectaculares vistas. Hemos podido visitar las galerías tomando un refresco después de la deshidratación de la subida y del infame picoteo de las mosca incluso en nuestras zonas más íntimas, sobre todo cuando la naturaleza me ha obligado a hacer una pequeña parada sobre la marcha.

Vista general de Las Médulas

Vista general de Las Médulas

Vista desde el mirador de Orellán

Vista desde el mirador de Orellán

Una vez completados los casi 8 quilómetros de rutas por la zona hemos bajado al hotel para darnos una ducha, revisar la etapa de mañana y tomar una clarita. La cena la hemos hecho en el hotel, algo suave pero muy aceptable: sopa y bacalao para mí y bocata de lomo con pimientos para Joseba. Al terminar la cena hemos tenido que entrar en el bar porque fuera nos comían los mosquitos, sobre todo a mí. Esa ha sido parte de nuestra perdición porque a mi querido compañero se le ha ocurrido la brillante idea de charlar con un lugareño que ha resultado ser de bilbao. El final han sido dos orujos de hierbas «de los que hacemos nosotros caseros» ofrecidos por la dueña del hotel.

Vista general de las Médulas

Vista general de las Médulas

Desde la cuevona

Desde la cuevona

Vista desde la galería de Orellán

Vista desde la galería de Orellán

Galerías

Galerías

Estamos en el Hotel Agoga, en una suite estupenda a un precio algo caro para lo que es una vida peregrina (75 euros) aunque nos han tratado muy bien y nos han hecho descuento en las consumiciones por ser peregrinos.

Tras nuestra hidratación hemos regresado a la habitación entre calores sin fin (vaya broma lo de camino de invierno) para Joseba ir directo a dormir al compás del ventilador y yo para escribir la entrada.

Mañana nos espera un día complicado ya que no tenemos claro cómo lo vamos a planificar: tenemos la opción 27 km, la opción 36 ó la opción 43, ya veremos.

Resumen de la etapa: 27,9 km en 5 h 26 min a una media de 5,13 km/h con un desnivel acumulado de subida de 654 metros; más todas las vueltas que hemos dado por las Médulas. Ruta en wikiloc.

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