Por la tarde ha llegado la dueña del albergue y Mar le ha estado contando que yo ya había dormido allí hace unos 15 años, ella se ha acercado a mí y me ha dicho que se acuerda de mi cara así que hemos estado charlando un buen rato del camino, los peregrinos y un montón de cosas.
Para cenar hemos pedido un bocadillo de lomo y luego las chicas se han subido a la habitación mientras yo veía el partido de España contra Italia.
La gente ha comenzado a hacer ruido a partir de las 5. La verdad es que no entendemos que se levanten a esa hora y se pongan en marcha siendo todavía de noche pero luego pierden un montón de tiempo parando por todas partes y acaban llegando mucho después que nosotros.
Hoy la que estaba empanada preparando la mochila era Isa, para colmo hemos perdido mucho tiempo arreglando ampollas, preparando dedos etc. A Mar se le ha ocurrido la idea de cambiar las zapatillas con Isa porque tienen el mismo número y las suyas son muy cómodas y anchas en la parte de los dedos, Ida dice que son muy cómodas y así nos hemos puesto en marcha a las 7:20 con una Magdalena en la boca y un melocotón ellas ya que no hemos sacado de la máquina el chocolate que anoche les había prometido madre.
El camino hasta Sahagún va paralelo a la carretera nacional y la autovía, es una ligera ascensión hasta poco más allá de San Nicolás, donde esta el límite de provincia de Palencia y León. Desde allí ya se ve Sahagún pero la llegada se hace muy pesada. El año que íbamos con Estíbaliz por este lugar le picó una araña, o algo así y tuvimos que llevarla a urgencias porque se puso muy mala.
Antes el camino llegaba recto pero ahora debe sortear carreteras, autopistas y vías de tren lo que le hace dar vueltas y giros que conducen hasta la ermita de la virgen del puente y ya desde allí hasta la ciudad.
Sahagún cuenta con uno de los albergues más bonitos del camino, en la parte de arriba de una iglesia que han acondicionado y que utiliza la parte de abajo de las naves como oficina de turismo y lugar de exposiciones. Yo he parado allí dos veces y no pudimos parar el primer año con Emilio porque no encontramos alojamiento en toda la ciudad y al final tuvimos que prolongar la etapa hasta El Burgos Ranero con un total de más de 100km en bici.
Han modificado el trazado del camino por la ciudad y ahora te saca directamente sin pasar por el centro. Nosotros hemos vuelto para tomar un café en la plaza y luego comprar un trozo de empanada en la pastelería. Les he llevado a ver las iglesias de San Tirso y San Lorenzo para que vean la singularidad de estas construcciones hechas con ladrillo en lugar de la piedra. Así hemos salido ya con mucho calor y después de que Isa se cambiara de calcetines y se pusiera talco en los pies para que no le suden tanto, parece que los remedios que estamos poniendo en práctica van funcionando.
Los últimos km se han hecho muy pesados porque el calor ya estaba pegando fuerte, Isa por fin ha encontrado una denominación para nuestro perfil de peregrinos, somos pitufigrinos que escapamos de las garras malévolas de Gargamel. A Isa definitivamente la camisa que mejor le sienta es la de color azul pitufo. Entre estas y algunas que otras canciones hemos llegado al hostal Rivero como final de nuestra etapa y después de haber superado, por el momento, muchos de los problemas de los últimos días.
La ducha gratificante, coser alguna nueva ampollita, lavar la ropa y comer unas lentejas (Isa Macarrones porque todos en el restaurante han sido unos desgraciados que han terminado con el arroz a la cubana que ella quería). Después una siesta y yo que he bajado a escribir un rato para ponerme al día.
Ahora daremos un paseo por el pueblo recordando la fiesta que nos dieron aquí los mayores cuando estuvimos parando la última vez. Entonces la tercera edad de Bercianos montó una cena a base de asado de caballa y un baile. Peregrinos y paisanos pasamos una agradable noche bebiendo, charlando y bailando.
Terradillos-Bercianos 24,1km en 4 horas y 56 minutos a 4,9km/h