10ª Cistierna – Gradefes

Cistierna a Gradefes

La tarde en Cistierna fue de un calor insoportable. Todo el mundo comentaba que allí eso no pasaba nunca, que por la noche refrescaba: hay que tocarse los c…. que pasemos nosotros por aquí y que sea el día más caluroso del milenio. De cualquier modo a medida que fue avanzando la noche sí es cierto que fue refrescando hasta hacer que no sobrara una camisetilla larga, otra cosa era el calor que hacía dentro del albergue.

Esta mañana hemos amanecido a las 6:30 y un día más no hemos tenido que esperar a que sonara el despertador porque poco antes ya estábamos los dos despiertos. Sobre las 7 nos hemos puesto en marcha porque hoy teníamos como objetivo llegar prontito a Gradefes con el fin de tener tiempo de organizar nuestro proyectos turísticos. Sabíamos que el monasterio de Gradefes es una maravilla y que además a 9 quilómetros se encuentra San Miguel de Escalada. Nuestra idea era llegar sobre las 11 a Gradefes, ya que teníamos unos 25 km fáciles y una vez allí intentar engañar a alguien para que nos llevara, conseguir aunque fuera una bicicleta o algo así con la que hacer la distancia hasta San Miguel.

La etapa de hoy es muy cómoda en constante descenso muy suave, casi llano todo el tiempo. Además la mayor parte de los tramos son por tierra y algunos por carreteras secundarias, siempre paralelo a la carretera y al Esla, con sus canales de riego que se distribuyen por todas partes.

Salida de Cistierna

Salida de Cistierna

Río Esla

Río Esla

Canal de riego en el camino

Canal de riego en el camino

Hemos llegado a la hora prevista y entrando nos hemos encontrado que la persona que lleva la oficina de Turismo salía en ese momento para una visita en el monasterio de aquí. Nos ha dicho que acaba de incorporarse a la oficina y que no sabe muy bien nada del tema de llaves de albergue y eso, pero que podíamos dejar las mochilas en la oficina, visitar el monasterio con ella y después veíamos lo del albergue. Le hemos preguntado lo de transportarnos a San Miguel pero eso nos ha dicho que era algo más complicado ya que estamos en «La España profunda».

Monasterio de Santa María la Real de Gradefes

Monasterio de Santa María la Real de Gradefes

Hemos podido disfrutar de la visita guiada con charla incluida al Monasterio de Santa María la Real de Gradefes con alguna de las monjas del convento que parecían con bastantes ganas de comunicar. Al terminar la visita nos ha dicho que fuéramos a tomar algo y que a las 12:30 nos veíamos en la oficina de turismo para arreglar lo del albergue. Hemos ido al bar de enfrente y allí he vuelto a soltar el sedal sobre nuestro proyecto de visita de San Miguel aunque con resultado negativo. Nos han dicho, eso sí, que el señor del super hace de taxista y que quizás nos lleve, pero no estaba claro porque son fiestas por estos lugares y no hay mucha disponibilidad para un sábado de julio. Me he acercado al súper a preguntar pero había mucha gente y no he podido hablar con la señora.

La situación en ese momento era: no teníamos llave del albergue, el albergue está fuera del pueblo como medio quilómetro, para comer tenemos que ir al otro lado del río otro quilómetro (en dirección contraria al albergue) y no está nada claro lo de poder encontrar transporte para ir a San Miguel. Los que leen mi blog saben que cuando peor están las cosas de repente un giro del destino hace cambiarlo todo: así ha ocurrido. A las 12:30 hemos vuelto a la oficina de Turismo y nos han confirmado que de llave nada y de transporte tampoco. Yo he ido nuevamente al supermercado a ver si hablaba con el taxista y he visto que tenía en la puerta dos números de teléfono para contactar con la gente que lleva el albergue, ninguno de los dos ha contestado. Finalmente el señor ha aparecido y me ha dicho que no había problemas y que nos llevaba a San Millán y luego nos volvía a trae por la módica cantidad de 10 euros. Así las cosas he vuelto a la oficina de turismo para recoger a Joseba y quedar con la encargada para las 2, a ver si ya tenía las llaves.
Tras un rápido viaje en coche hemos llegado a San Millán y hemos podido disfrutar de una visita increíble. De regreso el taxista nos ha ido contando alguna cosilla que explica lo de las llaves: ha habido cambio de gobierno municipal y todo parece indicar que hay «cosillas» pendientes y algo de falta de comunicación en el proceso de transición. Llegando al pueblo nos ha preguntado que dónde íbamos a comer y al decirle que al otro lado del río se ha ofrecido a llevarnos a un restaurante que está «un poco más allá» y que se come mejor. El concepto un poco lejos es algo muy relativo, sobre todo si lo dice alguien que va montado en un coche con aire acondicionado. Hemos parado un momento en la oficina de turismo y nos han dicho que todo estaría solucionado a las 4 de la tarde, después de comer.

San Miguel de Escalada

San Miguel de Escalada

San Miguel de Escalada

San Miguel de Escalada

Interior de San Miguel

Interior de San Miguel

Vista exterior

Vista exterior

Vista del monasterio

Vista del monasterio

En el coche nos ha llevado sin cobrarnos suplemento hasta el restaurante que se encuentra en el pueblo de al lado. Se trata de un bar de comidas de los de España profunda, de verdad. Ya en el trayecto Joseba me ha mirado como diciendo: «esto es mucho más de un quilómetro y después de pegarnos una buena «tripada» cualquiera se pega una caminata a pleno sol a las 3 de la tarde».

Aceiteras tipo

Aceiteras tipo «Bar de comidas»

La comida ha sido un espectáculo de verdad: 5 ó 6 primeros e innumerables segundos deleitan el paladar más exigente entre paisanos y lugareños. Tras una comida en la que Joseba ha olvidado definitivamente sus problemas con el estómago de los últimos días (guiso de bacalao y carrillera regado con vino, helado y café) nos hemos dispuesto a atravesar los 2,6 km que hay entre el restaurante y la oficina de turismo de Gradefes. Por un camino que deja de existir y sin una puñetera sombra hemos llegado al borde de la deshidratación para esperar aún una media hora a que llegara la encargada de la oficina. A las 4 en punto ha aparecido y nos ha dicho que venía la persona que lleva eso. Una simpática mujer nos ha atendido y nos ha acompañado los más de 600 metros que hay hasta el albergue. Mientras tanto hemos ido sabiendo que tenemos cocina, lavadora y todo tipo de lujos peregrinos.

El albergue está muy bien cuidado y limpio. Es todo bastante nuevo y muy cómodo. Hemos aprovechado para lavar toda la ropa en lavadora con la idea de que todo estaría seco pronto. Mientras se lavaba la ropa Joseba ha planchado un rato la oreja cociendo su comilona, yo empezaba a recibir noticias del resultado de nuestra votación: ¡Hemos ganado! Luego hemos tendido y nos hemos vuelto al pueblo a comprar en el súper porque vamos a cenar en el albergue: botellita de vino, cervezas, picoteo y un revueltito de setas y gulas acompañado de una ensalada. En el albergue hay de todo para cocinar y también hemos comprado para desayunar mañana.

Hemos vuelto al pueblo al bar de esta mañana a seguir hidratando nuestros cuerpos mientras escribo la entrada y leo todos los whatsapp de felicitación de nuestros Unidos. Ahora a esperar que refresque un poquito y preparar la etapa de mañana que nos llevará hasta Mansilla para coger un bus hasta León y desde allí un tren hasta Ponferrada, inicio de nuestra segunda parte de camino. Vamos a buscar en Booking un hotel en Ponferrada antes de que la recuperación de líquidos nos impida tomar decisiones de las que mañana nos podamos arrepentir.
Resumen de la etapa:  23,2 en 4h 14 min a 5,46 km/h y desnivel de bajada de 109 metros. Más casi 3 desde el restaurante y tres viajes de ida y vuelta al albergue. Enlace en wikiloc.

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