7 agosto
Por fin en los fiordos del este. Se trata de la parte que menos vamos a ver y que, sin duda, nos queda pendiente para otro viaje a Islandia
Nos alojamos en el Hostelling international de Reydarfjördur. Un muy agradable lugar al lado del fiordo. El pueblo no tiene gran cosa salvo un ameno paseo por las cuatro calles y junto al mar. Hugo nos tenía preparada una estupenda cena con la que poder descansar de tan intenso día.
El alojamiento ideal y un lugar muy aconsejable para recorrer estos parajes. El fiordo es muy bonito con las montañas alrededor entre cascadas y glaciares. Lo único feo es la zona de la fábrica de aluminio y el constante tráfico de camiones por la carretera que va paralela a la costa.