Camino Olvidado Etapa 8ª : Aguilar de Campoo – Cervera de Pisuerga


Segunda etapa con un quilometraje superior a los 30, por tierras palentinas, con mucho calor y sin casi nada para recuperar en medio del trayecto.

Hoy, frente a lo ocurrido a los días anteriores, no hemos tenido problemas para seguir las flechas. El camino está bien indicado y además el track que llevamos de rayrosa nos funciona bastante bien. En realidad da la impresión de que la señalización del camino es bastante antigua y que por esta zona no se han preocupado mucho de actualizar y mejorar nada. De hecho parece que nadie sabe nada del camino olvidado e incluso las rutas por las que pasamos, como la del románico palentino, no señalan nada sobre las flechas amarillas.
Como estos días está apretando el calor nuestra planificación es la de salir bien temprano y aprovechar las primeras horas de fresco para que no tengamos que hacer mucho tramo a partir del mediodía. 

En el Hotel nos habían preparado el desayuno para poder tomarlo a las 6:15 y eso nos ha hecho aprovechar bien las primeras horas. El camino sale por el paseo que lleva hasta el Monasterio y desde allí va directo a la presa del pantano de Aguilar en el Pisuerga. Al llegar a la base de la presa hay una senda con escaleras que sube hasta la parte de arriba y, desde allí, comienza a bordear el pantano durante un buen rato por caminos y carreteras secundarias. Nos hemos encontrado un corzo justo antes de la presa, algo que está siendo habitual. También nos hemos encontrado un grupo de jubilados transitando por las pistas cercanas al pantano con los que hemos charlado un ratito.

En Corvio hemos parado un rato para ver su iglesia románica antes de retomar la ruta que ya se separa bastante del pantano, que no retomaremos hasta la cabecera. Hay que mencionar que este año los pantanos están a rebosar de agua y el de Aguilar estaba tirando agua por arriba, un verdadero espectáculo.

A partir de Salinas de Pisuerga cruzamos el río y ya no lo vamos a abandonar en el resto del trayecto. Un estupendo paseo fluvial nos acompaña durante una parte importante del trazado entre árboles y vegetación que hace más agradable la caminata. Nos hemos ido encontrando bastante gente a pie o en bici realizando tramos de estas rutas. Ni que decir que de rastro de peregrinos o caminantes del Olvidado, ni rastro.

En un remanso del río no he podido resistir la tentación y me he dado un baño. El agua estaba bastante fresca pero ha sido una medicina maravillosa para mis pies y mi rodilla.

Si ninguna dificultad hemos llegado hasta Cervera de Pisuerga para alojarnos en el Hostal el Resbalón. Muy bien el sitio: renovado, limpio y con un baño muy apañado.

Para comer he buscado en Tripadvisor y me ha dado tres opciones: las dos primeras no han sido viables porque hoy es día de fiesta aquí (San Cristóbal) y hay montada una de miedo. Los restaurantes están completos y toda la gente está en la calle esperando a los corredores de una prueba de montaña que termina a media tarde junto a la plaza del Ayuntamiento (enfrente de nuestro hotel). La tercera opción que nos daba tripadvisor era el Mesón Asador Gasolina y hacia allí hemos ido. Es un local con buena pinta y una cocina tradicional. Quizás necesitaría una renovación en el aspecto decorativo pero, por lo demás, un lugar muy adecuado para comer. Cuando nos hemos sentado el camarero nos ha informado de la posibilidad de tomar un cuarto de lechazo que tienen preparado como algo especial del día. No hemos podido resistir la tentación y nos hemos lanzado a la gula de la carne. Por supuesto hemos regado la comida con una botellita de Cepa 21 de muy buen nivel. La carta de vinos es muy amplia aunque, para mi gusto, algo cara. Merece la pena disfrutar de una buena comida y su correspondiente bebida en un lugar como este. 

El final de la comida han sido varios orujos para asentar bien todo y luego una buena siesta en el hotel. Yo he aprovechado para hablar con mi querido Patri que sigue su camino por el camino del Norte en su aventura en solitario.

Para cenar hemos vuelto al mesón para pedir un poco de jamón y queso mientras yo me he pedido una sopita castellana. Al principio habíamos pedido unos nestea y el camarero nos ha preguntado asombrado si eran nuestro o era un error, dado el nivel de alcohol consumido desde la mañana (sobre todo por mi compañero, que anda deshidratado y desalcoholizado).

Cervera está de fiesta y todo el mundo está en la calle. Nosotros nos hemos subido a la habitación mientras preparaban un escenario para un baile, luego castillo de fuegos y gente y follón por todos lados.

Resumen de la etapa: 30 km en 6 horas y 25 minutos con desnivel acumulado subiendo de 156 metros. Enlace a wikiloc.

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Camino Olvidado 7ª etapa: Reinosa – Aguilar de Campoo


El camino olvidado no es apto para principiantes, es importante planificar bien las etapas y llevar los tracks grabados para evitar problemas graves. La etapa de hoy ha sido un claro ejemplo de ello.
Aunque el final de etapa marcado estaba en Olea nosotros habíamos decidido quedarnos antes en Reinosa tanto por las posibilidades de alojamiento y estancia como por racionalizar un poco las distancias. El resultado fue que la etapa de ayer se convirtió en un agradable paseo hasta la visita a los restos arqueológicos de Iulióbriga y una estancia estupenda en el Hotel San Roque de Reinosa.

La parte negativa consistía en que la etapa de hoy nos quedaba con 35 quilómetros y además las previsiones de tiempo eran de mucho calor. No llevábamos el track desde Reinosa a Olea porque a Joseba se le ha fastidiado el móvil y va un poco a su bola (el móvil, digo).

El camino a la salida de Reinosa está muy bien indicado y es fácil de seguir hasta Cervatos. Allí hemos podido disfrutar de su iglesia románica. Merece la pena una parada para poder disfrutar de una de las joyas más impresionantes del románico palentino.

A partir de Cervera es cuando se nos ha complicado la cosa: llevábamos el trazado del GR que en lugar de llegar a Olea va por Hoyos y que se une más adelante. Nosotros hemos decidido seguir las flechas pero desde Cervatos hasta Olea son un verdadero caos. Parece como si coexistieran diferentes trazados marcados con flechas que se superponen y se lían unos con otros. Además las flechas se pierden en varios lugares entre cercas, arroyos y vacas que miran con cara de pocos amigos. Cuando íbamos por la carretera en dirección a Olea nos hemos desviado con unas flechas que nos han hecho dar una vuelta enorme por el campo sin ningún camino mientras unos perros nos han salido al paso con no muy buenas intenciones.

Encima este tramo es de subida constante con un desnivel de unos 200 metros lo que nos ha complicado aún más las cosas. Para colmo de males el calor ha comenzado a pegar desde muy temprano. 

Al llegar a Olea el trazado ya sí se ha hecho mucho más fácil con un camino sencillo que hemos seguido al principio por la carretera, despreciando los desvíos absurdos. Luego diversas pistas de tierra casi sin desnivel y un carril paralelo a la carretera nos han llevado sin grandes dificultades hasta Aguilar de Campoo, nuestro destino.

Hay que tener en cuenta que no hay ningún bar ni nada parecido en toda la etapa: hemos hecho los 35 quilómetros a pleno sol y sin poder parar en ningún sitio a tomar algo. Esa falta de paradas es una de las causas por las que hemos terminado la etapa a muy buena hora, antes de las 2. Hemos llegado con mucho calor, muy cansados pero estupendamente en el aspecto físico. Yo he resistido muy bien con mi rodilla y Joseba también está muy bien en lo físico.

Hemos llegado para alojarnos en el Hotel Valentín, un lugar aceptable aunque creemos que le haría falta una reforma y una modernización integral. Algo caro por 73 euros con desayuno. Al menos el menú de su restaurante sí está bastante bien y a buen precio.

Después de una buena siesta nos hemos ido de visita turística hasta el Monasterio de Santa María la Real, con su museo de románico (nada del otro mundo), y luego hemos subido a Santa Cecilia. Ambas son visita obligada. Luego hemos ido al centro a tomar algo mientras planificábamos las próximas etapas de nuestro camino.

Yo he intentado aprovechar mi nueva condición de Genius en Booking modificando las reservas que tengo, pero después de un par de horas sólo he podido cambiar una con un ahorro de 6 euros.

Después de una tarde tranquila y relajada que ha ido refrescando poco a poco hasta tener que usar el polar, nos hemos ido a cenar a una terraza junto al Río Pisuerga. Estupenda cena con unos vinitos y regresó al hotel a preparar todo y escribir. Mañana también tenemos una etapa larga y debemos preparar todo al detalle para no tener complicaciones. Ahora, mientras yo escribo, Joseba comienza a realizar el proceso de «respirar fuerte» y yo no voy a tardar más de 10 minutos en seguir sus pasos.