Ruta Del Cantábrico etapa 3ª: Foz – San Ciprián


Después de la organización de ayer y de que él quilometraje era parecido hemos decidido tomarnos las cosas un poco más en serio. Para empezar hemos puesto el despertador a las 6:30 y a las 7 estábamos desayunando. Al salir antes hemos ido algo más adelantados que ayer y hemos procurado también ir a buen ritmo.

La primera parte de la etapa de hoy ha sido muy similar a la de ayer. Es difícil imaginarlo pero si cabe hoy ha sido aún más bonita por ser zonas de acantilados y playas pequeñas: una maravilla hasta Burela. 

Esos primeros 20 quilómetros han ido muy bien, siempre perfectamente señalizados y de trazado muy sencillo por empedrados y carreteras secundarias. El problema se nos ha planteado llegando a Burela porque el camino está cortado sin avisar junto a la vía del tren. Hemos tenido que dar marcha atrás para poder cruzar la vía porque las obras del tren han cerrado el camino. Es lamentable que no haya ninguna indicación ya que el desvío es grande. La única alternativa ha sido cruzar la vía y tomar la carretera hasta Burela.
Burela es también una ciudad grande y muy extensa. Hemos tardado una eternidad en cruzarla y nos ha costado trabajo encontrar algún sitio en que tomar algo y hacer un descanso. Para como a Mar han comenzado a darle problemas los pies y el machaque de asfalto y piedra comienza a pasar factura.
El tramo final hasta San Ciprián no presenta ninguna dificultad hasta los últimos 5 quilómetros. De repente se pierde el recorrido y comienza a adentrarse por el interior perdiendo la referencia de la carretera. Si esta situación nos complicaba algo las cosas se nos ha añadido la amenaza de lluvia. Poco a poco las nubes se acercaban peligrosamente con amenaza real de acabar mojándonos. Hemos procurado retomar la carretera para llegar lo más pronto posible pero al final 10 minutos de intensa lluvia nos han calado hasta los huesos. Suerte que llevábamos los paraguas y algo nos hemos protegido. 
Al llegar a San Ciprián ha dejado de llover y hemos podido cruzarla buscando el hotel que tenemos para hoy. Se trata del Hostal Buenavista. Sobre las dos y poco hemos llegado con tiempo para una ducha y bajar al restaurante a comernos un estupendo menús a 12 euros. Luego descanso un rato y playa con baño incluido por mi parte.
Hemos ido hasta el faro para hacer le recorrido por la Atalaya desde el puerto. El lugar es impresionante con una península que tiene un paso muy estrecho, en el que se encuentra nuestro hotel.
Tarde escribiendo y tomando algo mientras empieza a refrescar más de la cuenta. Ahora miraremos el trazado de mañana hasta Viveiro porque se nos complica un poco el tema del recorrido, suerte que llevamos el track y que creemos que la señalización seguirá tan bien como hasta ahora.
Al llegar a la plaza hemos visto que están montando un escenario y nos han informado de que esta noche hay concierto hasta las 5 o las 6 de la mañana. Nuestra habitación da directamente a esa plaza y empezamos a esta muy preocupados por el hecho de que no nos dejen dormir. En fin, ya veremos.


Resumen de la etapa: 30,4 km en 6h 16 min a 4,53 km/h. Spades ivel sube do de 117 m. Etapa en wikiloc.

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Ruta del Cantábrico Etapa 2ª Puerto de Rinlo – Foz


Es evidente que este camino es diferente a cualquiera de los otros que he hecho por muchas razones. A la realidad de mi cambio de compañero con respecto al Olvidado, hemos de tener en cuenta que hemos cambiado montaña por playa y estar perdidos a vivir entre turismo y carriles de paseo marítimo.

Las diferencias en el tipo de trazado y en lo fácil de la señalización han hecho que estas dos etapas primeras transcurrieran más como un agradable paseo que como una etapa de camino. Es verdad que el primer día eran 9 quilómetros y no nos dimos casi cuenta pero en la etapa de hoy hemos pagado el precio de este ritmo. Empezamos porque decidimos levantarnos más tarde para ir tranquilitos y salir a las 8. Luego el paseo junto a las playas y los acantilados, las Catedrales, el cafecito en el chiringuito, las fotos ante lo espectacular del terreno y la conversación abundante hicieron que nos encontráramos en San Cosme a las 12 tomando una cerveza y con Foz enfrente a tiro de piedra. El problema es que a pesar de que en línea recta no hay más de un quilómetro nosotros teníamos que bordear toda la ría hasta llegar al puente y eso eran más de 1o quilómetros por el interior, el calor, las pistas de tierra y el mar olvidado.

Está claro que no podemos tomarnos las etapas así porque al final han sido 30 quilómetros totales y hemos llegado casi a las 3 de la tarde, gracias a que la brisa nos ha permitido aguantar aceptablemente el calor porque la llegada a Foz se convierte en una pesadilla.

Por lo demás la etapa no tiene ninguna complicación y está perfectamente señalizada como ruta do Cantábrico con postes y paneles en todas partes. Llevar el track de Jagasso y estas indicaciones hace que no tengas ninguna dificultad. Los caminos están arreglados y muchas zonas están empedradas. Para colmo no hay prácticamente desnivel y, sobre todo, el paisaje es impresionante desde el primer paso hasta el último.

Hoy el camino transita por toda la zona de playas: Xuncos, Os Castros, Illas, Esteiro, Carricelas, Catedrales, Augas, Arealonga, As pasadas, Lóngara, Fontela, Balea, Benquerencia, Remior y San Bartolo hasta llegar a la entrada del Río Masmar, inicio de la Ría de Foz. El paso por todo ese tramo es una verdadera maravilla que incluye, además, algún que otro Castro celta.

La última parte transita por sendas y pistas en medio del bosque ya por tierra adentro bordeando la ría hasta alcanzar el puente en Espiñeira, luego el otro lado en dirección a Foz por el Rego de Xinzo.

Hemos llegado a Foz con la hora justa y hemos decidido ir a comer primero y buscar el hotel después. Foz es una ciudad enorme y muy desperdigada. Hay grandes distancias entre los distintos puntos y hasta el puerto hemos tardado bastante porque no encontrábamos restaurantes. Al final hemos comido en casa Damián un menú muy digno por 12 euros. Luego hemos cruzado la ciudad en dirección contraria para llegar al Hostal O Norte, casi a la salida en dirección a Viveiro. Al menos nos queda el consuelo de que las playas están cerca y mañana nos vamos a ahorrar un buen tramo de camino desde el centro. El sitio está bien aunque los 60 euros de la habitación doble parecen algo caros, hemos de tener en cuenta que estamos en zona de turismo.

Hemos descansado un rato y después nos hemos ido a la playa a mojar los pies. Yo he acabado dándome mi primer baño de la temporada en el Cantábrico a pesar de la temperatura del agua: al final me voy a convertir en un auténtico bilbaíno.

Después teníamos que ir a buscar un banco porque íbamos casi sin pelas y otra vuelta completa de varios quilómetros desde la playa por toda la costa y luego vuelta hasta el centro. Para colmo no había nada para cenar por la zona y hemos tenido que volver al puerto a ver el restaurante del mediodía. Como no daban menús por la noche nos hemos inclinado por La Quinta, que está al lado y tenía buena pinta. La realidad es que hemos comido muy bien porque las raciones son enormes y el precio bueno.

Otro paseo hasta el hotel nos ha dejado con un recorrido final de casi 40 quilómetros en el día, que para ser el segundo no está nada mal.


Resumen de la etapa: 29,3 km en 6 h 53 min. 4,25 km /h de media con una subida acumulada de 84 metros. Etapa en wikiloc.