Camino Olvidado Etapa 14ª: La Robla – Pandorado


Nuestra estancia en el Albergue de La Robla se saldó con una auténtica noche peregrina. Será que no estamos muy acostumbrados a eso de escuchar otros ronquidos que los nuestros porque esta noche nuestros vecinos de litera nos ha dado sintonía nocturna sin descanso.

El albergue de La Robla está muy bien, es uno de los mejores de los caminos que conocemos: limpio y bien cuidado cuenta con todos los servicios básicos desde una cocina equipada estupendamente, baños modernos y una habitación para lavar que antes contaba hasta con lavadora. La gente que lleva el albergue lo mantiene limpio y el precio de 7 euros está muy bien. Lo que sí que ha cambiado un poco es el ambiente de los peregrinos. Frente a la confraternización de tiempo atrás, ahora cada uno va a su bola. Nosotros llegamos al albergue los primeros y luego se han incorporado una pareja de italianos y un brasileño. A última hora también han aparecido dos ciclistas nacionales. Nadie ha hecho nada por relacionarse mínimamente y nosotros hemos ido a lo nuestro. Es verdad que todos ellos vienen desde León y hoy es su primera etapa, así que quizás aún van un poco perdidos.

La Robla es un punto de cruce entre el Camino del Salvador y el Olvidado. Tanto Joseba como yo ya habíamos estado aquí hace tres y dos años respectivamente. La Robla es un pueblo que tiene todos los servicios y está muy bien comunicado. José aprovechó esta circunstancia para marcharse a dormir a León después de comer con nosotros y hoy retornaba en bus otra vez para hacer la etapa.
Nosotros nos fuimos a tomar algo después de la hora de la siesta y luego nos quedamos a cenar de picoteo en el mesón del mediodía sin nada a destacar.
Esta mañana hemos amanecido a las seis y cuarto después de muchas vueltas en la cama y hemos hecho tiempo hasta las siete porque nos había dicho el hospitalero que a esa hora abrían en en centro un bar para desayunar. A pesar de tener una etapa más bien larga hemos decidido esperar a desayunar y eso nos ha hecho salir a las 7:30.
La etapa de hoy es larga pero muy sencilla. Va todo el tiempo por la carretera y sale alguna vez a caminos paralelos que nunca se alejan mucho. A la salida de Sorribos de Alba el camino sale un buen rato de la carretera y se mete por una pista que al principio es muy fácil de seguir pero que poco a poco se va complicando. La última parte antes de llegar a la carretera está muy cerrada y tiene mucha agua por lo que hay que ir con ojo. Al llegar a la carretera no hemos encontrado la salida y hemos seguido el track hasta que llega a un lugar en el que no hay salida. Hemos tenido que subir casi sin camino y con un desnivel enorme hasta el borde de la carretera. Para llegar a ella hemos tenido que pasar por debajo de un cable electrificado. Hay que tener cuidado en ese tramo porque la última parte es impracticable. Al menos estamos haciendo un curso acelerado de «fuerzas especiales del ejército». El resto mucho asfalto y mucho calor.

En Canales hemos parado a tomar algo y descansar ya que estábamos sobre la mitad de la etapa. Desde Soto y Amio una infinita recta por carretera que se acaba bruscamente cuando el camino gira a la derecha para entrar en un camino que se acaba perdiendo en el campo entre hierba alta que tapa los agujeros que los tractores hacen cuando llueve.
En Riello hemos parado a tomar algo y recuperar fuerzas para tomar la última subida que va por una senda algo más agradable aunque con fuerte pendiente. Un rebaño de cabras y ovejas nos ha recibido a la entrada del pueblo junto a un montón de perros enormes que han salido ladrando con intención de comernos, menos mal que los pastores estaban cerca y los han llamado.
Estamos en Pandorado, nada en la nada. Al menos tiene un hotel aceptable y una casa rural muy maja. Estamos en la casa rural de Resthy y para comer tenemos el mesón también. Se come muy bien y tenemos habitación con saloncito y: LAVADORA!!!

Tarde tranquila charlando con José, que acaba de llegar. Escribir, hablar por teléfono o por FaceTime e hidratación. Esperando que se haga la hora de la cena para poder degustar unos callos que nos ha dicho la señora del restaurante que le salen muy buenos. Eso sí, mi compañero lleva toda la tarde dudando entre tumbarse en la cama o en el sofá y ahora programa las etapas siguiente amenazando con madugar todos los días a pesar de tener etapas más cortas hasta el final.



Resumen de la etapa: 32,8 km en 7h 4 min con 480 metros de subida acumulada. Etapa en wikiloc.

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18ª La Robla-Poladura de Tercia: agua en cielo y tierra


Es evidente que el camino de San Salvador es completamente diferente de lo que he pasado estos días entre Burgos y León. La tranquilidad, el frío, la montaña y la lluvia se han instalado en mi camino desde el desvío en la plaza de San Marcos de León.
La tarde de ayer concluyó según lo previsto en el albergue con un estupendo aperitivo de pimientos fritos con un Ribeiro fresco y mi guiso de pollo que reservé del mediodía. Una delicia entre tanto menú peregrino. Me fui a dormir a las 10:30 cual disciplinado caminante para amanecer a las 6 recuperado y dispuesto a lo que el día me ofreciera.
Y el día me ha ofrecido lluvia y frío. He tenido que salir ya con la camiseta de manga larga y con el chubasquero a mano porque amenazaba y además la aplicación del móvil daba agua a partir de las 10.
La etapa de hoy no tenía posibilidad de parar a tomar algo y por eso he salido ya desayunado. Hasta Buiza se transita por carreteras secundarias junto a la vía del tren y en constante y suave subida. Se pasa por Peredilla y La Pola de Gordón y luego se toma una carretera de montaña que sigue subiendo cada vez más hasta Buiza. Desde aquí comienza el duro ascenso por sendas de montaña hasta coronar por un paso espectacular. A media subida ha comenzado a llover de verdad y he tenido que parar a ponerme el chubasquero y colocar el cubremochilas, sobre las diez y algo como había previsto la aplicación. Había una densa niebla que impedía ver el paisaje en toda su belleza pero he disfrutado verdaderamente con la subida.
El problema se ha presentado en la bajada aunque no es muy pronunciada. Cuando se abandona el camino que va directo a Rodiezmo se toma una estrecha senda con hierba alta que estaba muy mojada por la lluvia. El resultado ha sido que he acabado calado completamente por el pantalón y con agua en las botas hasta parecer barcas. Esto ha hecho que el tramo final se haya hecho muy duro hasta el punto que me he equivocado de camino y he tomado hacia San Martín de la Tercia porque he pensado que era ya Poladura y no he mirado ni el track, a pesar de que me ha avisado de que me salía del camino. Iba tan cansado que me he dejado llevar, menos mal que el error ha sido pequeño y sólo he tenido que seguir la carretera durante algo más de un quilómetro hasta llegar a destino.
En Poladura el albergue es bastante sencillo y no demasiado cuidado. Me he instalado sin más porque ni había nadie ni teléfonos y la puerta estaba abierta. Una ducha caliente me ha hecho recuperar el tono vital y poco a poco he ido entrando en calor. He bajado a la casa de turismo rural «El Embrujo» a tomar algo y recibir información sobre el albergue y sobre la comida que había encargado ayer por medio de la hospitalera de La Robla.
Mientras tomaba algo ha llegado también el peregrino holandés y más gente de por aquí a tomar un vino. El peregrino holandés no había reservado y se ha subido sin comer porque dice que tenía apaño para la comida y para la cena. Yo no lo he visto comer hasta ahora.
A las 2 he pasado al comedor a degustar un desmesurado menú con todo tipo de delicias como un plato de pimientos de padrón fritos,con jamón, una ensalada preciosa con mucho diseño, un guiso de patatas y pescado, unos lomos con queso de cabra, tomate asado y una salsa riquísima y de postre un flan de queso para chuparse los dedos. Café de pote con orujo de remate y a dormir la siesta. Ya les he dicho que yo para la cena soy incapaz de tomar otro menú y hemos quedado que me prepararán algo sencillito (miedo me da).
Después de tal comida he subido a dormir la siesta y después he estado charlando un poco con el holandés sobre las próximas etapas. Cuando le he dicho que mañana en Pajares no hay nada y que hay que llamar para reservar comida me ha dicho que no hacía falta porque tiene arreglo, debe llevar la mochila repleta de comida para llevar tanto apaño. El caso es que me ha contado que en Oviedo tiene que parar porque necesita un pc para trabajar porque lleva un albergue en Roma y tiene que atender cosas. Poco más hemos hablado hasta que ha llegado el hospitalero que nos ha cobrado los cinco euros y nos ha puesto el sello. Como ha visto la ropa mojada me ha dicho que ponga el radiador debajo del tendedero para que se seque.
He dado una vuelta por el pueblo y he aprovechado para habla por teléfono solucionando, o no, algunas cosillas. Ahora me he venido a la casa rural a tomar una cerveza, escribir y hacer tiempo hasta la cena.
Una tranquila y auténtica jornada peregrina.
Resumen de la etapa: 24,7 km en 4 h 57 min con un desnivel acumulado de 529 metros y a una media de 4,99 km/h. Enlace a Wikiloc.
La wifi aquí es muy mala y no puedo publicar fotos, las añadiré cuando encuentre wifi buena.

17ª León-La Robla: el camino de San Salvador


Por fin estoy en el camino de San Salvador ante la soledad, la montaña y la belleza. Todo ha cambiado desde ayer, hasta el tiempo. Se acabó por unos días el bullicio de la ciudad, las hileras de peregrinos, el calor asfixiante y la llanura interminable.
Por fin voy a cumplir lo de «Quien va a Santiago y no visita al Salvador, honra al criado y olvida al Señor». Ya era hora después de tantos caminos. Y lo que he visto hasta ahora en la primera etapa no ha defraudado en lo más mínimo.
Voy por partes; la tarde ayer acabó en el Bar Jabugo, en la plaza San Martín con unos vinitos, unos pimientos y una ensalada de la casa. Millán pasó a despedirse de mí, nos deseamos buena suerte y hasta que el camino nos reencuentre. Para tranquilidad de Joseba (una vez despejado el misterio tal y como prometí en su momento ), tengo que decir que Millán ha sido un muy buen compañero de camino pero no ha conseguido romper lo nuestro, no te preocupes porque no te abandonaré, tú me das cosas que ningún otro caminante me podrá dar nunca: lo nuestro sigue con la misma ilusión de siempre. A Millán le deseó lo mejor y algo que nunca suelo decir: ¡buen camino, compañero!
Después me fui al Unamuno a ver MasterChef y a dormir.
A las 6:30 ha sonado el despertador sin ninguna interrupción de sueño previa. A las 7 estaba tomando un café en un bar y desde allí hasta el Hostal de San Marcos, el punto de inicio de mi nuevo camino.
Salimos de la plaza a la derecha del parador y seguimos un buen rato por un paseo precioso paralelo al río Bernesga, que nos acompañará toda la ruta de hoy. Es una zona residencial llena de estupendas casas con sus jardines y cochazos en los garajes. Poco a poco abandonamos los parques, los carriles bici y el lujo acompañados por los primeros que salen en coche para trabajar, imagino.
Después de abandonar esa zona residencial el camino transcurre un buen rato por la carretera hasta llegar a Carbajal de la Legua; es una zona en la que se ven diversas urbanizaciones que se han quedado a medio camino por causas de la crisis inmobiliaria, muchas a medio hacer y otras casi vacías y en las que abundan los carteles de «Se Vende».
En Carbajal he parado a tomar un café y la señora me ha contado lo mucho que trabajan por las tardes poniendo cubatas en terraza de atrás (que me ha enseñado casi a la fuerza), hasta haber tenido que contratar a «una extranjera». Pero no tenía nada para comer y me ha puesto sólo dos cubitos en el agua de la bolsa. En la puerta estaba ya saliendo un peregrino que intuyó me va a acompañar estos días. La señora del bar me ha dicho que es holandés. Es un señor mayor al que ya he visto estos días atrás en el camino, bastante mayor y que va a buen ritmo.
El camino a partir de aquí cambia definitivamente. El bosque de encinas sustituye al secano y esta parte de la etapa es un constante sube y baja que castiga bastante físicamente. Hay un par de subidas bastante fuertes y bajadas muy pronunciadas y peligrosas (en una por poco me caigo). He adelantado al peregrino en una de las subidas y lo he dejado atrás mientras se quejaba de las muchas piedras sueltas en la bajada. El camino es solitario y eso me ha permitido disfrutar de los sonidos del bosque incluso de un corzo que se ha cruzado en el camino perseguido por unos perros asilvestrados. El encinar es una rareza por una zona tan fría y tan al norte y es un recuerdo de mi reconocido bosque mediterráneo. Al pasar junto a La Seca se llega a la altura del río y la encina va perdiendo definitivamente terreno en favor de los Robles y otros árboles más típicos de esta zona.
En Cascantes he parado en el bar y el amable camarero me ha preparado un bocata pequeño de lomo con queso que me ha sentado divino. Luego he continuado hasta el fin de etapa con un tiempo cada vez más nublado y fresco.
La llegada a La Robla es por delante de una central térmica en la que se ven dos enormes chimeneas tirando humo junto a toneladas de carbón que hacen que esa parte primera del pueblo esté toda negra y llena de polvo por todos lados. Para colmo también hay una cementera que tira mucho polvo de los camiones. Para entrar hay que cruzar la vía y la carretera por un paso elevado. El pueblo no tiene mucho aunque se ve mucha animación porque hay mercado semanal,
Al final del pueblo está el albergue y las llaves hay que recogerlas en el bar que hay allí mismo, junto al parque. Está muy bien equipado y limpio. Tiene una cocina con todo lo necesario y he decidido cocinar hoy. Me he ido al súper y he comprado verduras para hacer un guiso de pollo y verduras de los que me gustan. He hecho cantidad para cenar también. He comprado un paquete de pimientos de padrón para freírlos y una botella de Ribeiro para acompañar. Comida y cena de lujo con un presupuesto de 17 euros.
Cuando estaba terminando de hacer la comida ha llegado el peregrino cansado y muy cabreado porque se había perdido. Se ha duchado y se ha acostado mientras yo comía.
Luego siesta y salida al bar del pueblo a escribir delante de una cerveza aprovechando la wifi. El tiempo cada vez está peor y me he traído el polar por si acaso. Ahora voy al súper a comprar algo para el desayuno y me vuelvo al albergue que se está tranquilito y muy a gusto. He dado un paseo turístico al pueblo pero con 10 minutos ha sido suficiente.
Resumen de la etapa: 27,8 km en 5h 46 min a 5,43 de media con una subida acumulada de 352 metros. Enlace a Wikiloc

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