30ª Friol-Boimorto: camino del norte


Esta segunda etapa de transición hacia el camino del Norte ha sido un poco decepcionante, sobre todo si la comparamos con la primera. Lo cierto es que tiene tramos muy bonitos, sobre todo al principio, pero también mucha carretera secundaria.
La etapa hasta O Mesón la he pasado siempre con la duda por tomar el camino correcto. Es verdad que las flechas están muy bien en todas partes y ayudan mucho. También me ha servido el PDF que me descargué del blog de Estradas e corredoiras y el track de Wikiloc. Por cierto, el track de Wikiloc no se sigue en un par de sitios: en Laxe se toma recto por pistas en lugar de la carretera y también hay una pequeña modificación en la primera parte de la etapa.
Sale el camino de Friol por un precioso paseo junto al río que hace muy agradable el inicio. Desde allí es un constante intercambio de pistas, caminos, sendas y carreteras secundarias. El único problema que he encontrado hoy han sido los perros sueltos. En algunas aldeas los he encontrado en la calle amenazantes y de mal rollo. En una de las aldeas se me ha lanzado uno a pesar de que estaba el dueño.
La última parte hasta Sobrado es por carretera y se hace muy pesado. He llegado al monasterio a sellar a las 11:30 y había una chavala italiana dando sus datos para quedarse en el albergue de los monjes. Ha puesto bastante nervioso al tranquilo monje cuando le ha regateado el precio para quedarse. Le decía que en todas las guías el precio que indicaba para este albergue era de 3 euros. El monje le ha respondido de muy mala gana asegurando que eran seis euros y se ha girado sin hacerle más caso para atenderme a mí.
Yo he salido a tomar algo en el bar de la plaza y he retomado ruta para llegar pronto al destino porque había quedado con José María y Beatriz. A las 13:30 he llegado al albergue y estaba lavando la ropa cuando han aparecido mis amigos para recogerme.
Hemos pasado un día estupendo desde la comida en casa Moncho. Es un restaurante de comida casera cien por cien en el que el menú no distingue entre primeros y segundos, te dicen todos y tú pides dos. Las raciones son abrumadoras y encima te proponen repetir. Yo no he podido resistir la tentación y me he regalado con un trozo extra de tortilla de patatas: patatas de la casa, huevos amarillo intenso de sus gallinas y cuajada como a mí me gusta, poco hecha. De postre queso de arzúa y café mojado con orujo.
Luego hemos hecho una ruta turística por los alrededores que ha incluido visita al monasterio de Sobrado, la preciosa iglesia de Santa María de Mezonzo. Después me han llevado a la playa fluvial de Mellide y hemos acabado comiendo pulpo en Garnacha (mucho mejor que Ezequiel, y José María dice que mucho más limpios).
Por cierto, me ha comentado José María que este es el pueblo en que nación Luz Casal y que hacen todos los años un festival muy chulo con muchos artistas que vienen.
Tras una parada en el bar de referencia de José María nos hemos despedido. Gracias de corazón a los dos, hemos pasado un día estupendo y habéis sido unos anfitriones perfectos.
He llegado al albergue a las nueve menos algo, me he puesto a charlar un momento con el hospitalero y he recogido la ropa, que aún estaba algo mojada.
Cuando todo parecía acabado el camino me ha brindado una experiencia peregrina de las de nivel. Me he acercado al grupo de peregrinos que también duermen esta noche en el albergue. Son dos chicos y dos chicas jóvenes que estaban terminando de preparar la cena. Yo creía que venían en bici pero resulta que vienen andando.
Hemos empezado a hablar de forma general hasta que la cosa se ha ido destapando. Son de Alicante y llevan ya algunos días haciendo el camino. Empezaron haciendo etapas largas de cerca de cuarenta pero pensaron que «no era cuestión» porque se cansaban y porque tenían molestias. Han decidido hacer etapas pequeñas y por eso van de 10 en 10 quilómetros. Hoy han hecho la etapa desde Sobrado hasta aquí (11 km). El caso es que son algo increíble porque se han ido al súper y se han traído cervezas y una botella de ron, coca cola y cúbitos de hielo. Están cenando un arroz blanco que se les ha quemado con trozos de salchichas y tomate de bote.
Nos han invitado a una copa y aquí estamos el hospitalero y yo haciendo tertulia con ellos. La verdad es que se ve gente maja con la historia muy clara: pasarlo bien en el camino sin castigarse. Con un par de cubatas hemos comenzado a hablar de las chicas en bikini haciendo voley playa. Os seguiré contando mañana como queda la noche porque de cualquier modo no puedo publicar hoy porque no tengo internet, mañana os término de contar una velada que promete.
La noche no se complicó más de la cuenta y a una prudente hora nos fuimos a dormir, suerte que el albergue estaba cerrado y no había posibilidad de traer otra botella de ron porque si no…
Resumen de la etapa: 35,9 km en 6h 44 min con un desnivel de 392 a una media de 5,45km/h. Enlace a Wikiloc.

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Santiago menos una, bajo la lluvia


Estamos en Padrón la víspera de Santiago y a una etapa de llegar a nuestra meta, hemos podido comer unos estupendos pimientos de Herbón-Padrón (que así es la denominación nueva según creo) y al final ha decidido acompañarnos la lluvia para recordarnos dónde estamos.
La tarde ayer terminó de una forma tranquila y relajada. Un paseo por el pueblo nos permitió cambiar nuestros compañeros habituales peregrinos por el otro tipo de visitantes que campan por las calles de Caldas: los jubiletas de balneario. Tropeles de orondos maduritos y maduritas poblaban las terrazas contando sus experiencias en el agua, sus compras de mercadillo y demás experiencias culturales. Varias conversaciones sobre el colesterol, la tensión, el sintrón y la dieta para adelgazar de la alcachofa (creo que nadie nombró la del cucurucho, pero no estoy seguro) poblaron nuestra tarde mientras yo escribía y Mar terminaba de leer su cuarto o quinto libro del camino (ha rentabilizado bien el traerse el iPad para sus ratos de ocio mientras yo dedico mi tiempo a jugar al jueguecito de las golosinas y demás).
La cena repitió lugar y menú en nuevo alarde de buen precio y excelente calidad y luego un paseo nocturno junto al río nos llevó hasta la cama.
La etapa de hoy ha sido más de lo mismo: bonito paisaje entre aldeas poco pobladas, multitud de peregrinos por todas partes, tiempo fresquito y camino fácil. Hemos coincidido con un grupo de chicos jóvenes que empezaron en Tui y que van un poco verdes en esto del camino y luego hemos encontrado a Felipe, un peregrino francés que es profesor de español y que vinos por primera vez en el desayuno de Sao Roque y desde entonces hemos visto varias veces.
Nos alojamos también este año en la Pensión Jardín. Muy bien en relación calidad-precio y atendida por gente muy amable.
Hoy he decidido resarcirme del desastre del año pasado y hemos buscado un mesón en el que tomar una ración de pimientos en condiciones (al final nos hemos quedado a comer y ha caído otra).
Corta visita a una decepcionante casa de Rosalía de Castro y poco más porque casi todo está cerrado, hasta el jardín botánico, y además se ha puesto a llover. No parece que la cosa vaya a complicarse pero parece que peligra la carrera de burros que está programada en el pueblo para las fiestas de Santiaguiño. La tarde discurre tranquila y sólo nos queda confirmar si la lluvia irá a más, si veré el partido del Barça, si la cena en una pulpería que hemos visto será todo lo estupenda que esperamos y si coincidiremos con los italianos Antonio y Luisa para despedirnos. Ya os contaré mañana o después, que el día en Santiago puede ser intenso y demorar mi relato unas horas.