Hemos decidido terminar la etapa en Reliegos y no seguir hasta Mansilla de las Mulas dado que hoy ha hecho mucho calor, mucho más que ayer incluso. Pero vayamos por partes.
Cuando la tarde ayer parecía que se refrescaba un poco, a eso de las 8, decidimos salir Millán y yo a dar una vuelta y tomar algo antes de cenar. El albergue lo cerraban a las 11 y eso nos daba algo de margen por lo que nos fuimos a la plaza y nos pedimos nuestras respectivas bebidas: yo mi vino y Millán su coca-cola. Al poco de estar allí me di cuenta de que en la mesa de la lado habían pedido unos pimientos y no pude resistir la tentación de degustar los primeros de la temporada. Estaban mal fritos pero, qué le vamos a hacer…
Mientras pasaba el rato mirando en Facebook un ratito vi alguna que otra falta de ortografía: a ver, tú que te das de escritor y gran hombre de letras, en general, el uso del infinitivo en lugar de la forma correcta del imperativo es un vulgarismo que no pega nada en alguien que pretende aspirar al trono de los elegidos. Oídlo y pasadla bien (la tarde, claro). Es preferible escuchar y aprender en vez de rebuznar con disfraz (ejemplo de uso correcto del infinitivo en una frase).
Bueno, a lo mío. La noche ha sido tranquila hasta las 4:30 porque a partir de ese momento ha comenzado el concierto. La gente se levantaba y al ir al servicio se ponía en marcha un ventilador que hacía un ruido infernal. También usaban la máquina de los cafés y retumbaba toda la iglesia. El resultado, no dormir hasta que a las seis nos hemos levantado. Está claro que esto de los horarios nocturnos fue uno de los motivos por los que dejé de usar los albergues.
Al salir todo estaba cerrado y no hemos podido tomar nada hasta llegar a Bercianos, 10 quilómetros más allá del inicio.
Hoy la etapa se planteaba con varias incógnitas: ir por el trazado normal o por la calzada romana y llegar hasta Mansilla o quedarnos en Reliegos. En vistas del día que se presentaba, porque ya hacía calor cuando hemos salido, hemos optado por la ruta normal ya que la calzada te obliga a llegar a Mansilla con más de 35 quilómetros. De lo de quedarse en Reliegos dependería de la hora de llegada y del calor entonces.
Etapa monótona por el andador paralelo a la carretera junto a la autovía y la vía del tren. El ruido de coches no se pierde hasta el Burgo Ranero y hace aún más pesado el camino. Los árboles siguen sin crecer y dan la sombra hacia la parte del campo en lugar del camino.
Hasta Bercianos sin novedad, nuevos albergues y bares como en todos los pueblos de esta zona, más de los que se necesitan y presagio de fracasos ante lo que parece una evidente bajada de peregrinos haciendo el camino.
En Burgo Ranero hemos parado en el bar junto a la iglesia, en el camino. Muy básico y regular atención. El servicio estaba atascado y la camarera no parecía mucho por la labor así que he tenido que usar el de mujeres, que tampoco estaba mucho más allá.
El último tramo hasta Reliegos se nos ha hecho muy pesado con un calor terrible y por la monotonía del paisaje con la constante hilera de árboles como única compañía.
Hemos llegado directos al albergue Gil y nos hemos instalado en una doble limpia y sencilla con baño por 30 euros. Menú peregrino aceptable y cervezas disponibles junto a wifi y tapa.
He pasado la tarde viendo MasterChef, hablando pro Skipe con Mar y quitándome el sudor de la frente.
Ahora estoy en la parte del bar descargando los mapas de las etapas del camino del Salvador en el maps3D y escribiendo mientras hago tiempo para la cena.
Menos mal que he aprovechado para dar la clase que espero sea recibida con el buen espíritu que se merece ya que la he dado desde el cariño sincero y casi sin sentir la espalda.
Resumen de la etapa: 31 km en 6h 8min a 5,8 de media. Por cierto en wikiloc hay un pequeño lapsus a la salida de Bercianos que no afecta casi al trazado porque es todo recto pero sí a los tiempos totales. Enlace a la ruta en Wikiloc
Sahagún
14ª Carrión de los Condes-Sahagún: 39 km bajo el sol
Completada la segunda de las etapas monstruo previstas en mi tránsito entre el camino vasco interior y el camino de El Salvador, o lo que es lo mismo, entre Burgos y León. Todo funciona bien y vamos a muy buen ritmo y sin consecuencias posteriores porque voy recuperando estupendamente.
Ayer mi compañero de estos días, Millán, me abandonó a la hora de la cena porque no le había sentado bien la comida y prefería tomar sólo algo de fruta, además se fue a la misa de peregrinos. Yo me fui al mismo restaurante del mediodía y di cuenta de una sopa castellana y un trozo de pollo muy aceptables. Me retiré pronto hacia el albergue para meterme en la cama y ver algunas cosillas en el iPad, como arreglar mi ciudad de los Simpson.
Hemos tenido otra noche peregrina con inicio de movimiento a las 4, hora en que se ha levantado mi paciente de ampollas francés. Desde entonces el ruido ha sido constante hasta que nos hemos levantado a eso de las 6 yo ya cansado de dar vueltas sin poder dormir más que a pedazos.
Hemos desayunado en el bar España y nos hemos puesto en marcha rápido ya que el día era complicado.
Ante los quilómetros que nos quedaban por delante, el tipo de terreno y el calor hemos optado por dar buena marcha desde el principio y así llegar pronto. Es increíble ver cómo la gente madruga un montón pero luego se va deteniendo constantemente en el camino y los vamos pasando a todos en los primeros quilómetros. Al llegar a Calzadilla ya habíamos pasado a casi todos los peregrinos que habían salido mucho antes que nosotros, como los frikigrinos maños, a los que hemos pillado a unos 10 km después de haber paseado sus cantos y bailes desde las 5 de la mañana.
Los primeros 17 km hasta Calzadilla de la Cueza transcurren con un primer tramo por carretera secundaria hasta llegar a la recta de la calzada que acaba a la entrada del pueblo. No hemos parado en recuerdo de la estafa que nos dieron la última vez que estuvimos allí y porque el desayuno había consistido en un café y una napolitana.
Hemos continuado hasta Lédigos unos 6 km más para acabar tomando algo en el albergue en el que hace unos años paramos a dormir Mar y yo. En la barra dos camareras extranjeras que tenían allí «entretenidos» a algunos de los del pueblo (parece que a precio de saldo) nos han mal servido dos claras, la mía tamaño familiar, sin nada más porque no había nada para picar. He comprado dos botellas de agua fresca y le he pedido unos cúbitos a la rubia que me han permitido llevar agua fresca todo el resto del día.
Desde allí 3 km a Terradillos de los Templarios pasando por el albergue de Jacques de Molay, donde me picaron las chinches la última vez que pasé y dormimos allí con las niñas.
3 más a Moratinos y otros 3 a San Nicolás. Han ido abriendo albergues y restaurantes en todos estos pueblos y en el último hemos aprovechado para beber algo (frente a la iglesia) aunque tampoco hemos podido comer porque la camarera no ofrecía más que bocadillos y nada más.
Los siete restantes quilómetros hasta Sahagún han pasado bien a buen ritmo y a las 13:30 estábamos en la puerta del albergue.
Aquí, como siempre, mucha gente y algo descontrolado pero un lugar estupendo y con los servicios básicos cubiertos.
He puesto lavadora por 3 euros y nos hemos ido a comer un menú a la plaza, en realidad a un restaurante que hay en la calle antes de llegar. Menú algo básico aunque bien de precio.
En la siesta me he visto «La gran familia española» en Yomvi y luego un paseo turístico para acabar en la plaza tomando algo porque el calor es asfixiante de verdad.
Hemos regresado al albergue para ver si hacía algo más de fresco pero nada de nada. Aquí sudando a chorros mientras escribo esto.
Resumen de la etapa: 39,5 en 7h 4 min a 5,94 de media. Enlace de la etapa en Wikiloc.
Un día de descanso
El camino para llegar a Carrión se hizo bastante duro por el calor y por la acumulación de quilómetros. La que peor lo pasó fue Isa porque, tiene una herida justo debajo de un dedo del pie y además una ampolla en el dedo pequeño que la está matando. Lo increíble es que tenga tan buen humor a pesar del dolor.
Por eso cuando el señor nos paró en mitad de ningún sitio para ofrecer os unas ciruelas y enseñarnos el árbol que había preparado para los peregrinos no le hicimos ningún caso y se enfadó, sobre todo con las chicas.
Poco antes de llegar a Villalcázar de Sirga hemos adelantado a un grupo de peregrinos italianos que iban rezando el Rosario mientras caminaban. Se trata de una variedad de turigrinos que llevan un autobús con las cosas y ellos van recorriendo algunos trozos del camino entre rezos unos y haciendo fotos con enormes cámaras digitales otros.
En Villarcázar hemos tenido que parar otra vez a curarle los pies a Isa porque iba ya que no podía. La llegada a Carrión ha sido muy dura entre las molestias de las chicas en los pies y el calor que ya iba haciendo. Las etapas en las que nos entretenemos tanto como hoy se acaban haciendo muy pesadas.
A la entrada de Carrión está el convento de las claridad, nuestro final de etapa. Allí nos recibió el mismo que lo lleva haciendo un montón de años y que siempre comienza explicando que el albergue está muy bien, con seis duchas y seis lavabos, cocina con microondas, y la llave que se deja en la ventana. Yo lo recuerdo allí explicando lo mismo y todos los peregrinos desde la primera vez que me quedé a dormir. Tienen la hospedería y el albergue como posibilidades de alojamiento. Nosotros habíamos reservado dos habitaciones en la hospedería. Muy sencillas pero todo muy limpio y bien cuidado. Mientras nos subía nos explicaba que hay tres puertas que se abren con tres llaves numeradas: la 1 corresponde a la puerta de acceso a la hospedería, hay que abrir girando a la derecha y para cerrar basta con tirar, no hay que echar la llave; la 2 es la de la zona concreta de las habitaciones, se abre girando a la izquierda… Cuando le he dicho que no se molestara en explicar lo mis o a las niñas porque yo se lo diría él no me ha hecho ni caso y se ha ido a darles las mismas explicaciones sobre cómo dejar las llaves al marcharse al día siguiente. Un verdadero personaje que sólo hace las cosas de una en una y para quien el concepto prisa no existe viviendo entre los muros del convento imagino que toda la vida.
Hemos comido en el restaurante de enfrente a la iglesia de Santa María. Allí nos han sentado con tres ciclistas que hacen el camino y que son de Ibi. Nos han contado algunas de sus aventuras mientras dábamos cuenta de un estupendo menú a bien precio.
A terminar la comida hemos ido Isa y yo a urgencias para que le miraran la herida que tiene debajo del dedo del pie porque no conseguimos que se seque y nos preocupa mucho porque le duele mucho. El médico se ha limitado a decir que tiene que parar de andar unos días si queremos que se seque la herida y no se ha molestado en darnos alguna alternativa, encima nos ha dicho que los compeed no sirven para nada y que lo mejor contra las ampollas es poner un doble calcetín y no lavar el de dentro. Parece mentira que un médico que está en el camino tenga tan poca idea de lo que suponen las ampollas para el caminante y sobre como curarías, está claro que todos los problemas del camino se solucionan dejando de andar pero de lo que se trata es de conseguir minimizarlos para seguir caminando.
La realidad es que en esas condiciones Isa no puede continuar y la decisión que hemos tomado es que Mar hija e Isabel mañana tomarán un bus hasta Terradillos mientras nosotros nos vamos andando.
El resto de la tarde la hemos dedicado a comprar en la farmacia alguna pomada cicatrizante que le ayude algo, más agujas para coser ampollas porque hemos agotado existencias y más calcetines con idea de que se vaya cambiando a lo largo de la etapa con idea de ir refrescándole los pies.
Al principio se lo ha tomado muy mal eso de no andar un día porque creía que era una traición al camino pero luego le hemos explicado las cosas y que no se puede hacer estos sin unas mínimas condiciones de pasarlo bien y disfrutar y ella no podía andar de esa forma. Con un día de parada seguro que las heridas le mejorarán mucho. Mar hija también se queda para acompañaría porque tiene una ampolla en el talón que le acabo de abrir y que le molesta mucho.
Mientras las chicas descansaban en la habitación nosotros nos hemos ido a una terraza en la que teníamos internet y hemos terminado de reservar los alojamientos de las últimas etapas que nos quedaban. Hemos tenido algunas dificultades porque muchos sitios están completos pero al final ya tenemos todo reservado hasta Santiago.
Hemos ido a cenar al mis o sitio del mediodía y allí estaba nuestro peregrino de los cincuenta quilómetros al día; lleva varios días que no se separa de una guapa peregrina a la que está haciendo un férreo marcaje aunque las etapas loas hace en bus y taxi. Siempre que lo ve os nos dice que está en su última etapa pero que va a despedir a la gente con la que ha coincidido en el camino, el caso es que al día siguiente lo seguimos viendo igual.
También va os coincidiendo con otro peregrino singular que va caminando con un perro negro y un sombrero rojo en la cabeza. Es del tipo de frikigrinos variedad porretas que se suelen juntar con varios más del mismo estilo y pasan todo el día en el bar más curte del camino bebiendo cerveza sin parar aunque luego no tienen dinero para comer o para el alojamiento. De todos modos no se ve mala persona y de vez en cuando vamos charlando con él y nos va pregu ta do que cómo nos va. Ha llegado a Carrión sobre las diez de la noche aunque nosotros lo habíamos visto en un bar a poco menos de 7km a eso de las 12. Esta variedad de peregrino consideran ser los herederos del verdadero espíritu caminante entre los humos de la marihuana y los calores del vino peleón, se hacen fuertes cuando están juntos y siempre acaba apareciendo una guitarra de algún lugar para amenizar destrozar canciones tipo cantautor. Llevan mochilas llenas de cosas absurdas que no sirven para nada en el camino y enormes bolsas de comida que compran en todos los súper cutres que van encontrando por los pueblos.
Así nos he os ido a dormir despidiéndonos de las niñas para salir nosotros solos a hacer la siguiente etapa.
A las seis nos hemos puesto en marcha, es una sensación muy extraña hacerlo los dos son las niñas, al salir de Carrión a Mar madre se le ha escapado una lágrima y hemos comentado lo que se les echa de menos en el camino, las canciones de Isa, sus historias sobre Tópico y Teo, cuando nos cuenta las películas que ha visto miles de veces, o las charlas sobre la futura vida universitaria de Mar.
El camino hasta Calzadilla de la Cueza son más de 17km sin nada más que una recta interminable adelantando peregrinos. Por fin ha habido un listo que ha montado un Chiringuito en mitad de la recta que estaba lleno de peregrinos a nuestro paso. También hemos visto al peregrino del perro que había montado la tienda de campaña en un Prado junto al camino y había pasado la noche allí junto a su perro.
Nosotros hemos hecho de un tirón los 17km porque la idea era tomar un buen ritmo y no perder mucho rato en ese trozo.
En Calzadilla hemos parado en el mesón y hemos pedido una ración de queso y lomo. El bar rstá atendido por dos camareras extranjeras, como en casi todas partes por aquí. Al pagar me han pedido 10 euros y les he dicho que me parece un abuso por cuatro trozos de queso y otros cuatro de jamón (encima se habían equivocado con el lomo). Es una pena que haya gente sin escrúpulos que intente vivir del camino engañando y ofreciendo un mal servicio a un precio abusivo. Le he dicho que entendía que ellas no tenían la culpa pero que le dijeran al dueño que es un ladrón y que yo no volveré a parar allí a pesar de que siempre lo había hecho en todos los caminos que he pasado por allí.
Al pasar por Lédigos hemos recordado cuando estuvimos parando allí en el anterior camino. Le contaba a Mar cómo han ido cambiando estos pueblos desde la primera vez que yo pasé por aquí. Entonces no había nada, ni un simple bar y parecían pueblos fantasma.
Al llegar al albergue de Terradillos le he dicho a Mar que recordaba haber parado allí la primera vez que hice el camino yo solo a pie. Está todo casi igual y se respira buen ambiente peregrino. Hemos llegado de los primeros y después de ducharnos hemos bajado a esperar a las niñas que llegaban en el autobús sobre las dos.
Nos han contado que todo les ha ido bien y que han descansado bastante, Isa tiene menos molestias y se encuentra con ánimos de caminar de nuevo así que hoy la idea era probar hasta Sahagún y allí decidir.
La tarde la he pasado escribiendo la entrada de los días pasados ya que he perdido la que había escrito. Tengo acceso a internet pero va muy lento así que sólo pude escribir una parte y hoy me pongo al día en Bercianos.
Por la tarde ha llegado la dueña del albergue y Mar le ha estado contando que yo ya había dormido allí hace unos 15 años, ella se ha acercado a mí y me ha dicho que se acuerda de mi cara así que hemos estado charlando un buen rato del camino, los peregrinos y un montón de cosas.
Para cenar hemos pedido un bocadillo de lomo y luego las chicas se han subido a la habitación mientras yo veía el partido de España contra Italia.
La gente ha comenzado a hacer ruido a partir de las 5. La verdad es que no entendemos que se levanten a esa hora y se pongan en marcha siendo todavía de noche pero luego pierden un montón de tiempo parando por todas partes y acaban llegando mucho después que nosotros.
Hoy la que estaba empanada preparando la mochila era Isa, para colmo hemos perdido mucho tiempo arreglando ampollas, preparando dedos etc. A Mar se le ha ocurrido la idea de ca biar las zapatillas con Isa porque tienen el mismo número y las suyas son muy cómodas y anchas en la parte de los dedos, Ida dice que son muy cómodas y así nos hemos puesto en marcha a las 7:20 con una Magdalena en la boca y un melocotón ellas ya que no hemos sacado de la máquina el chocolate que anoche les había prometido madre.
El camino hasta Sahagún va paralelo a la carretera nacional y la autovía, es una ligera ascensión hasta poco más allá de San Nicolás, donde esta el límite de provincia de Palencia y León. Desde allí ya se ve Sahagún pero la llegada se hace muy pesada. El año que íbamos con Estívaliz por este lugar le picó una araña, o algo así y tuvimos que llevarla a urgencias porque se puso muy mala.
A tes el camino llegaba recto pero añora debe sortear carreteras, autopistas y vías de tren lo que le hace dar vueltas y giros que conducen hasta la ermita de la virgen del puente y ya desde allí hasta la ciudad.
Sahagún cue ta con uno de los albergues más bonitos del camino, en la parte de arriba de una iglesia que han acondicionado y que utiliza la parte de abajo de las naves como oficina de turismo y lugar de exposiciones. Yo he parado allí dos veces y no pudimos parar el primer año con Emilio porque no encontramos alojamiento en toda la ciudad y al final tuvimos que prolongar la etapa hasta El Burgos Ranero con un total de más de 100km en bici.
Han modificado el trazado del camino por la ciudad y ahora te saca directamente sin pasar por el centro. Nosotros hemos vuelto para tomar un café en la plaza y luego comprar un trozo de empanada en la pastelería. Les he llevado a ver las iglesias de San Tirso y San Lorenzo para que vean la singularidad de estas construcciones echas con ladrillo en lugar de la piedra. Así hemos salido ya con mucho calor y después de que Aida se ca vista de calcetines y se pusiera talco en los pies para que no le suden tanto, parece que los remedios que estamos poniendo en práctica van funcionando.
Los últimos km se han hecho muy pesados porque el calor ya estaba pegando fuerte, Isa por fin ha encontrado una denominación para nuestro perfil de peregrinos, somos pitufigrinos que escapamos de las garras malévolas de Gargamel. A Isa definitivamente la ca larga que mejor le sienta es la de color azul pitufo. Entre estas y algunas que otras canciones hemos llegado al hostal Rivero como final de nuestra etapa y después de haber superado, por el momento, muchos de los problemas de los últimos días.
La ducha gratificante, coser alguna nueva ampollita, lavar la ropa y comer unas lentejas (Isa Macarrones porque todos en el restaurante han sido unos desgraciados que han terminado con el arroz a la cubana que ella quería). Después una siesta y yo que he bajado a escribir un rato para ponerme al día.
Ahora daremos un paseo por el pueblo recordando la fiesta que nos dieron aquí los mayores cuando estuvimos parando la última vez. Entonces la tercera edad de Bercianos montó una cena a base de asado de caballa y un baile. Peregrinos y paisanos pasamos una agradable noche bebiendo, charlando y bailando.
Voy a poner el resumen de las últimas etapas:
16 Terradillos-Bercianos 24,1km en 4 horas y 56 minutos a 4,9km/h
15 Carrión-Terradillos 26,7km en 5horas y 1 minuto a 5,3km/h de media.
14 Boadilla-Carrión25 km en 5 horas y 25 minutos a 4,6km/h.
13 Hontanas-Boadilla 28,8km en 5 horas y 51 minutos en 4 ,9 km/h