2 agosto
Salimos de Reykjavik en dirección norte ya que nuestro recorrido será en el sentido de las agujas del reloj. Comenzamos disfrutando de todo un clásico islandés: El parlamento y la falla que supone la frontera geológica entre América y Europa. Uno de los lugares más visitados de Islandia.
En referencia al nombre decir que en Thingvellir, thing significa «asamblea» y vellir «explanada; la explanada de la asamblea.
Desde 930 el parlamento del país, el más antiguo del mundo, se reunía aquí una vez al año para resolver los problemas generados y como punto de intercambios de todo tipo entre gentes que el resto del año se mantenían aisladas. Se trata de una parte de la falla que cruza toda Islandia y que es el origen de la creación de la propia isla.
El recorrido está muy bien señalizado y siempre lleno de gente. Hay varios miradores para descender hasta el valle y desde allí se puede cruzar el río hasta la iglesia y la residencia de verano del primer ministro (un lugar muy sencillo junto al lago y fácilmente visitable).
Está situado junto al lago de Tingvallavatn (vatn es lago en islandés, el lago de la asamblea).
El recorrido incluye el paso por un cañón bastante amplio que cada vez se hace más grande al separarse constantemente las placas, unos 2 cm al año. Son frecuentes los terremotos y hay varios lugares en los que el agua ha ocupado las grietas. Es fácil ver patos y todo tipo de aves en sus frías y transparentes aguas. Entre todos los lugares destaco Nikulásargjá o cañón de los peniques (Peningafjá) en donde la gente tiene la horrible costumbre de arrojar monedas sin tener en cuenta lo que contamina estas aguas con todo tipo de minerales que luego pasan a los animales y les genera diferentes problemas de salud.