Me levanté de los primeros y me puse en marcha rápido justo cuando empezaba a clarear. A la salida coincidí con las chicas de la canaria y con ellas salí del pueblo no sin cierta dificultad por lo poco que se veía y por lo oculto de las señales. Una vez más mi teléfono salvó la situación.
El camino a Lugo no tiene mucha historia: siempre paralelo a la carretera y muy fácil salvo por la fuerte subida del principio. Casi todo es descenso y la única cosa destacable es que no hay cobertura en casi todo el camino.
En Castroverde me desvié a una cafetería en la que me comí un estupendo trozo de bizcocho con un café con leche verdaderamente reponedor. Precioso el paso por Vilabade con su enorme iglesia y su palacio.
Nada más que destacar hasta la llegada a Lugo cruzando la autopista hasta llegar a la muralla.
Como había quedado con mi amiga Carmen para pasar el día en su casa decidí no parar en el albergue municipal del centro y llamé a uno nuevo que han abierto junto al puente romano, a la salida. Me venía bien para que Carmen me recogiera y así al día siguiente estaba ya en el inicio del camino.
Está al final de la calzada romana, es una cervecería y arriba han arreglado una antigua fonda reconvirtiédola en albergue. Se llama roots&boots todavía ni les funciona la web. El sitio está regular, es muy antiguo y sólo algo adecentado. Las habitaciones son muy pequeñas y tienen dos literas. Además va acomodando a los peregrinos por habitaciones sin tener en cuenta nada lo que hizo que yo estuviera con una parecen a de chicos muy amorosos ellos a los que les corté el rollo al llegar. Al menos está limpio y dan sábanas de papel. No tienen sitio para tender la ropa y es muy incómodo para lavar así que decidí abusar de la hospitalidad de mi amiga y hacer la colada en su lavadora. Son serviciales pero está muy verdes en eso de atender peregrinos.
He pasado un maravilloso día en casa de Carmen con su madre y con Fikru (gracias siempre por ser tan estupendas). A eso de las 8 le he dicho a Carmen que me devolviera a mi vida peregrina. Me he dado una vuelta contemplando la horrible reconstrucción del puente romano que han hecho (de llevar a los responsables a los juzgados). He pedido una ensalada en la cervecería y me he tomado un vino para subir a dormir sin mayores historias. Al llegar había llegado el cuarto inquilino: un ciclista que se estaba duchando y se iba a cenar. Le he dicho que nos levantamos temprano y él que se acostaría tarde así que nos hemos disculpado aunque luego no ha hecho falta porque no yo oí cuándo llegó y él ha seguido roncando cuando nos hemos levantado hoy.
Resumen de la etapa: 32,2 en 6h 12 min con una subida acumulada de 530 a una media de 5:39 km/h. Enlace a Wikiloc.
Camino Primitivo
26ª Grandas de Salime-O Fonsagrada: por fin Galicia
Preciosa etapa que a pesar de un puerto de montaña no es excesivamente dura. El puerto del Acebo supone la frontera entre Asturias y Galicia y marca la parte final de mi camino de este año.
La noche peregrina estuvo a la altura de lo esperado. Al terminar la cena dejé a algunos peregrinos muy animados bebiendo alrededor de un paisano que tocaba la gaita. Cuando subía por la calle alguien gritó: «ahora una muñeira…» Mientras sonaba el la la la iba yo pensando que la noche prometía y que seguro que iban a llegar tarde y ruidosos. Llegaron a la 1 de la mañana pero yo casi ni me enteré. El resultado es que está mañana a las 6 nadie se ha movido de las camas, ni los polacos.
Sobre las 6 y algo me he levantado y sin hacer ruido me he puesto en marcha. Es cierto que he tenido la tentación de hacer todo el ruido del mundo para despertar a mi vecina polaca de la litera de arriba pero final ente me he echado atrás. Al final con las prisas he olvidado mi frontal allí.
He salido poco después hasta el bar de la plaza que nos dijeron que estaría abierto y allí he tomado un café antes de ponerme en marcha.
Saliendo de Grandas se asciende casi todo el rato por caminos paralelos a la carretera (esto es algo que ocurre en toda la etapa). Llegando a Castro he adelantado al trío de chicas de la canaria y las he dejado en el albergue intentando negociar que les abrieran, creo que lo han conseguido.
Desde Castro suave subida tranquila y con buen tiempo, una delicia. El ültimo tramo es una fuerte rampa al puerto que he disfrutado mucho. A mitad me ha salido un corzo al camino a una distancia corta.
Rápido descenso sin complicaciones hasta la carretera en la que se encuentra el bar donde he parado a tomar una clara y un trozo de empanada. El señor del bar es uno de esos personajes típicos del camino que ha hecho muchos ya y que atiende a peregrinos desde siempre. He charlado con el un rato sobre cómo va cambiando este camino y luego me he puesto en marcha otra vez.
El resto de la etapa no tiene mayor complicación salvo la fuerte subida final de llegada a Fonsagrada. He visto otro corzo y algo que creo que era un visón, no sé que otra cosa podría ser.
He llegado al albergue el primero y he podido disfrutar de todas sus maravillosas comodidades. Es un albergue nuevo, el Cantábrico, dotado de todo tipo de lujos peregrinos como lavadora, cocina, wifi, sábanas, toallas y atención amable de la propietaria por la módica cantidad de 10 euros.
Del resto comida en el restaurante Cantábrico con un estupendo menú de 13 euros mientras veía casi ganar a Alonso al ritmo de un maravilloso bacalao y una jarra de Ribeiro cosechero.
Tarde tranquila hablando por skype mientras esto se ha ido llenando. Han llegado los,frikigrinos de todos los días, los que no pagan por dormir pero intentan ducharse y servirse del albergue con aquello de que no tienen dinero (para alcohol sí que tienen).
Cena en la pulpería sencilla: caldo y pimientos regado con Ribeiro.
Resumen de la etapa:25,4 km en 5h 24min con 797 metro de desnivel y a una velocidad de 5,09km/h. Enlace a Wikiloc.
25ª Berducedo-Grandas: transición
Una etapa corta y sencilla la de hoy con apenas 20 km. La realidad es que esconde alguna trampa ya que desde inicio presenta subidas y una dura bajada hasta la presa del pantano. Luego la subida por carretera hasta Grandas se lleva bien salvo el regalito del final.
Pero debo comenzar por comentar la noche peregrina que vivimos ayer. Eran ya algo más de las 10 y yo estaba acostado en la habitación con cuatro camas que me había ofrecido el dueño del albergue y que no se habían ocupado. Como yo iba a dormir solo pero el dormitorio daba directamente a la cocina les pregunté la hora de levantarse a todos y quedamos con poner despertador a partir de las 6. Cuando comenzaba a visitarme Morfeo de repente abren la puerta y me aparecen dos chicas francesas que se meten en la cocina y empiezan a hablar y llorar sin parar. Parece que acaban de llegar y quieren quedarse a dormir pero sin avisar al dueño. En esas están cuando aparece una tercera chica y yo ya no entiendo nada. A esas alturas estoy un poco mosca porque cada vez hay más gente en la cocina y yo a verlas venir. Poco rato después aparece el dueño del albergue y pregunta por la situación: las chicas piden ducharse pero no quedarse a dormir y el dueño les dice que no hay problema. Pero nada más irse el dueño siguen allí en la cocina con movimientos muy raros.
En resumen: el dueño aparece varias veces mosqueado porque cree que los chicos que van con estas francesas quieren quedarse a dormir cuando él se vaya. Cierra la puerta del albergue por fuera y me dice que la llave está colgada dentro por sí hay que salir. Me dice también que si veo movida por la noche a la mañana le toque el timbre para que venga a ver lo que ha pasado. Se marcha y al momento se abre la puerta del albergue y entra alguna gente nueva. Yo, a esas alturas, cierro los ojos y pienso que ya veremos lo que pasa después de varias nuevas visitas a la cocina y algún que otro movimiento extraño en las chicas .
Me he levantado a las 6:15 y todo parecía tranquilo. He tomado un zumo que me quedaba y después la pareja de Barcelona me ha ofrecido un café que he tomado con ellos. Ella sigue sin parar de hablar sobre su hijo que le ha pedido en matrimonio a su novia y ella nos enseña constantemente las fotos del acto oficial de pedida (retransmitido por whatsapp y con rodilla en tierra).
Nada más salir el camino sube por una empinada cuesta que se repite aún con mayor desnivel al salir de La Mesa. He pasado a las dos parejas de chicos lorquinos en la segunda cuesta y poco después he comenzado la tremenda bajada hasta el pantano. En el trayecto he adelantado a algunos peregrinos y así he llegado hasta el bar que hay al comienzo de la subida junto a la carretera. Este bar lleva abierto 4 ó 5 años y está muy bien tanto para tomar algo como para un posible fin de etapa.
Desde ahí todo subida hasta Grandas casi sin ver a nadie.
El albergue estaba cerrado y yo era el primero. Abren a las 12:30 y aún faltaba más de una hora por lo que he cogido el iPad y me he organizado para comprar los billetes de tren para el regreso. Tomaré el tren nocturno el 4 y luego enlazo con un tren a Murcia a las 9. Todo comprado y arreglado.
El día ha pasado tranquilo compartiendo espació con los peregrinos. Hemos comido en el restaurante la pareja de catalanes y un señor francés de Marsella que con el que había ya coincidido un par de veces. Por la tarde he tomado una cerveza con los chicos de lorca y a media tarde han llegado mis amigos polacos. Me han saludado algo molestos y además por la circunstancia que la chica de ese grupo que habla español y con la que había tenido el enfrentamiento el otro día en hospitales, esta durmiendo en la litera de arriba de la mía.
He cenado en el mismo restaurante mi primer pulpo del camino y al salir había una buena fiesta de peregrinos bebiendo y bailando con un lugareño que toca una gaita. Esta noche se presenta de baile y alcohol, movidita, ya veremos.
Resumen de la etapa: 20,45 km desnivel de 630 metros en 4h 10 min a una media de 5,23 km/h. Enlace a Wikiloc
24ª Campiello-Berducedo: soledad por hospitales
Por fin he logrado hacer la etapa de hospitales aunque por desgracia la niebla no me ha permitido disfrutar del paisaje. A pesar del frío y de la humedad he podido aprovechar una preciosa etapa en soledad y recogimiento personal.
La tarde acabó con cena peregrina, de las de verdad, con nuevos peregrinos a los que conocer y con menú abundante y rico. Todo auguraba una verdadera noche peregrina. A las 4 de la mañana el grupo de polacos que adelanté ayer llegando a Campiello se han puesto en marcha. Han montado todo el ruido del mundo, han encendido luces y han despertado a todo el dormitorio hasta acabar con mi paciencia. Cuando a las 4:45 han abierto por enésima vez la puerta de la calle dando con el foco justo delante de mis ojos y además otro había dejado la luz del baño encendida y la puerta abierta, he decidido levantarme a llamarles la atención. La gente que estaba en las camas lo han agradecido porque a esas horas ya todos estábamos despiertos en el albergue.
Una vez se han marchado ha vuelto la tranquilidad hasta las 6 que han sonado los despertadores. Yo me he levantado a las 6:30 porque el desayuno era a las 7. Desayuno peregrino común con picatostes y vaso de café con leche para bañarse.
Sin entretenerme mucho he salido para no perder más tiempo y temiendo que la etapa se pudiera complicar por el desnivel de subida acumulado y las fuertes bajadas. No ha defraudado.
Hasta Borres subidas constantes que se acentúan a partir del pueblo. Desde allí duras rampas aumentan nada más coger la intersección que separa el camino de Hospitales del que va a Pola. Desde ese cruce hasta llegar al puerto del palo 16 quilómetros de soledad, niebla y paz.
Cuando llevaba unos 10 quilómetros, sobre las 10, he adelantado a los polacos de las 4 de la mañana. Les he dicho que «mucho madrugar pero poco andar» a lo que me han contestado que cada uno hace el camino como quiere. Yo les he respondido que sí, pero sin molestar a los demás y que deberían pedir disculpas a toda la gente del albergue porque estaban muy molestos con ellos. Sin más he continuado subiendo. Han llegado a Berducedo a las 7 de la tarde.
He ido adelantando a algunos peregrinos a lo largo de todo el camino y así he llegado hasta el alto del puerto sin grandes novedades. Desde allí una dura bajada con terreno muy malo hasta Montefurado enlazada con una fuerte subida que rompe completamente el ritmo y el final ya mucho más suave.
En resumen ha sido una etapa dura aunque muy bonita. Al llegar al alto del puerto ha comenzado a abrir el día y eso me ha permitido disfrutar del paisaje que es verdaderamente espectacular. Cuando tenga buena wifi pondré las fotos.
Por cierto, no me he encontrado ningún osos, quizás no los he visto por la niebla. Así que no he podido comprobar si saben que los humanos no se comen, como dice la guía.
Poco antes de llegar he parado en un bar a tomar algo y hacer un descanso. Había varios peregrinos y uno de ellos llevaba una camiseta de Águilas así que le he preguntado de dónde eran: son de Lorca. Hemos charlado un poco sobre quiénes éramos para intentar establecer gente común pero no parece que tengamos mucha relación. Van haciendo el camino desde Oviedo y creo que son 4 ó 5.
He llegado al albergue el primero y me he instalado en una habitación pequeña que tienen con 4 camas sin literas porque el señor me ha dicho que estaría más cómodo y más sólo (a estas horas de la tarde sigo estando solo porque todos los demás se han instalado en el otro dormitorio). Me he ido a comer pero me he llevado una gran decepción porque el restaurante lo lleva otra gente y está mucho peor. No tienen casi nada y he comido unos macarrones con carne y unas croquetas «caseras».
Poco a poco han ido llegando todos: los lorquinos, un señor francés, de Marsella, una pareja de Barcelona algo peculiar y con algún camino hecho (ya iré contando) una pareja de chicos jóvenes también de Barcelona y al final tres chicas con las que cenamos ayer, italiana, austríaca y canaria.
He intentado toda la tarde comprar los billetes de tren para volver pero ha sido imposible por la mala wifi del bar y porque no hay cobertura en todo el pueblo. Al menos me he tomado algún que otro orujo de hierbas. Al final lo he dejado por imposible y he vuelto al albergue a recoger la ropa. La pareja de Barcelona había preparado café y me han ofrecido. Estaban con el señor francés y una chica también francesa. Hemos estado hablando un rato y en seguida me he puesto a escribir.
Ahora me voy a cenar al bar un plato combinado y poco más, no hay muchas posibilidades.
Resumen de la etapa: 27,7 km en 5h 46 min con un desnivel acumulado de 978 metros a una media de 4,94 km/h. Enlace a la ruta en Wikiloc
23ª Cornellana-Campiello: Etapón antes de hospitales
Al final he completado la etapa hasta Campiello como tenía previsto para poder hacer la ruta de mañana por Hospitales. Llevaba desde el principio dando vueltas a cómo hacerlo para que se quedara una etapa aceptable y para ello había que salir de Campiello. El Problema era que, o me hacía dos etapas monstruosas, o cuadraba las etapas más normales y me quedaban un par muy cortitas. Decidí ver un poco sobre la marcha en función de cómo iba físicamente y ayer di el primer paso llegando hasta Cornellana.
Desde Cornellana está mañana la idea era salir temprano para pasar por Salas a desayunar algo y seguir hasta Tineo y allí decidir en función de como fuera y de qué tiempo hacía. Todo se ha cumplido según lo previsto y a las 12:30 estaba en Tineo muy bien físicamente y encima con el cielo cubierto y sin sol.
El resultado es que estoy en Campiello después de 46 km y más de 1200 metros de desnivel acumulado.
Anoche acabé cenando en la sidrería de enfrente del casino que no tenían menú pero al menos había carta. Tomé una ensalada de tomate y lechuga y una chuleta de novillo. Muy rico todo aunque un poco caro (20 euros).
Esta mañana me he levantado a las 6 porque quería estar en marcha lo más pronto posible con idea de adelantar todo lo que pudiera. He tomado dos zumos de los que compré en el súper ayer (compré tres porque no los vendían sueltos y la idea era tomar uno pero no me cabían los dos restantes en la mochila por lo que me lo he acabado tomando) y me he puesto en marcha cuando aún estaba un poco oscuro.
El camino sale de detrás del convento y asciende rápidamente por una carretera hasta sobrerriba. El camino va entre sendas y carreteras secundarias siempre paralelo a la carretera (con mucho tráfico). Así hasta Salas.
He parado a desayunar y le he dicho a la señora del bar que venía de parte de los hospitalero si de Cornellana y me ha preparado un bocadillo de jamón y un plátano para llevar, todo un detalle que he agradecido al comérmelos llegando a Tineo.
Desde Salas ya el camino sube constantemente a ritmo suave y con algunas rampas duras, aunque muy llevadero todo. Las más duras están al principio, después del agradable tramo junto al río y hasta llegar a la altura de la autovía. Hasta Tineo no mucho más que la sucesión de pequeñas aldeas y sendas alternando con carreteras secundarias. En general buen terreno.
En Tineo he tomado algo rápido, he llenado agua y ¡A subir!
Desde la misma carretera el camino toma una fuerte pendiente que se mantiene hasta dejar el pueblo y luego se va suavizando. Son unos 5 km de ascenso constante pero sin pendientes demasiado fuertes. Una vez coronado a más de 900 metros el descenso es un verdadero placer si no fuera porque llevaba ya todo machacado después de más de 7 horas andando sin parar.
El último tramo sí se hace un poco largo ya que es por carretera durante más de 2 quilómetros y con una pendiente justo antes de llegar a Campiello.
He llegado pasadas las 3:30 con tiempo de una ducha, lavar ropa y tomar algo porque la cena es a las 7. Me he comido un preñado (bolló relleno de chorizo y cebolla frita que impregna toda la masa, muy rico y consistente).
Resumen de la etapa: 44,7 km en 9h 5 min con un desnivel acumulado de 1240 metros y una media de 5,2 km/h (qué os parece?) Enlace a la ruta en Wikiloc
22ª Oviedo-Cornellana: empezando fuerte en el primitivo
A las 6 ha sonado el despertador y me he puesto en marcha rápido porque la etapa de hoy era dura y larga. A las 6:30 salía por la puerta y he parado en un bar a tomar un café sobre la marcha. El lugar era algo cutre aunque el café era bueno y acababan de traer unos croissant de los que me he pedido uno. Cuando estaba revisando mi mochila he visto una cucaracha danzando por debajo pero no la he visto retirarse, no le he dado mayor importancia y he salido rápido del lugar.
Saliendo de Oviedo he encontrado al peregrino holandés que había perdido en Pajares, había hecho las etapas cambiadas y hoy se quedaba en Villapañada por lo que imagino que lo perderé definitivamente. Hemos caminado juntos hasta la salida de la ciudad porque andaba algo perdido y hemos ido adelantando algún que otro peregrino (4). La verdad es que dice que el albergue de Oviedo estaba lleno pero yo sigo sin ver mucha gente.
La etapa de hoy es un constante sube y baja aunque el terreno suele ser casi todo asfalto o cemento, lo que facilita algo el ritmo. Se encuentran pocas sendas cerradas que son las peores porque acumulan grandes desniveles, tanto de bajada como de subida.
Hasta el puente de Gallegos todo va por buen terreno pero desde allí sale hacia abajo una senda que llega hasta el río para volver a subir eso y más por una cuesta muy empinada y dura. Desde allí el terreno es de dura subida hasta Escamplero.
A partir de Escamplero predomina la bajada con alguna que otra dura rampa hasta llegar a Grado. Allí he hecho parada técnica para almorzar y reponer fuerzas ante el tramo duro que aún quedaba.
En el bar de Grado he pedido una clara y un trozo de empanada de carne y he rellenado agua. Cuando iba a abrir la mochila he visto salir corriendo la cucaracha de esta mañana que la llevaba todo el tiempo por ahí guardada. Ha salido corriendo por el bar mientras yo disimulaba y la gente no se daba cuenta de que el bicho iba buscando escondite.
He pasado por el bar en el que comimos la vez que vinimos con las niñas y me he dispuesto para el último tramo hasta Cornellana.
Desde Grado la subida hasta San Juan es constante pero no muy dura pero a partir de ahí sí se hace muy fuerte. Para colmo el sol estaba pegando a tope y las sombras casi desaparecen. Este tramo ha sufrido modificaciones por las obras de la autovía del norte que además por aquí están abandonadas y han dejado los enormes pilares de un puente a medio terminar.
A las dos entraba por la puerta del albergue muy cansado pero entero. En la entrada un grupo de frikigrinos estaban tumbados en la hierba bebiendo sidra y fumando canutos (del tipo paz y amor).
Una ducha rápida y a comer al mesón que está en la carretera porque el recuerdo de otras veces era de haber comido muy bien allí. No ha defraudado un estupendo guiso de guisantes y un filete de ternera que no he podido terminar por lo cansado que estaba.
Al regresar al albergue los frikis seguían en la puerta y una de las chicas se ha adelantado hasta la puerta del albergue, se ha bajado el pantalón y se ha puesto a mear tranquilamente mientras yo pasaba.
Cuando he llegado estaba ya el hospitalero y he aprovechado para poner la lavadora con todo lo que tenía, salvo un culote y una camiseta que es con lo que estoy. He estado charlando porque con él mientras lavaba la ropa y luego de tenderla me he ido a descansar un poco y a escribir esta entrada. Ahora la tarde se presenta tranquila porque iré al bar que tiene wifi a publicar y buscar cosillas, también a cenar y recuperarme un poco porque creo que mañana voy a hacer un etapón: ya os contaré.
He ido al río a meter los pies en agua, un sitio precioso aunque casi me mato por lo resbaladizo de las piedras. Luego he ido hasta el bar pero pone que está cerrado por descanso el miércoles. El caso es que yo le pregunté a la chica al mediodía si se podía cenar y me dijo que no había problema y que tenían menú. ¡Cosas que pasan!
Resumen de la etapa: 36,9 km en 7h 29 min con una subida acumulada de 649 metros a una media de 5,28 km/h. Enlace de la ruta en Wikiloc.