Hoy voy a comenzar hablando de la gente que vamos encontrando en el camino. He de aclarar que lo que voy a escribir en este momento es fruto de una primera impresión: seguro que la gente que vemos es estupenda (o no) y que nuestra visión cambiará a medida que avancemos en el camino y coincidamos con algunos. Lo digo porque si algunos de los retratados en este blog tienen la oportunidad de leerlo después porque hacemos amistad y doy la dirección quiero que entiendan que los comentarios que pongo son en esa línea, divertida y sabiendo que injusta, la primera impresión errónea (todo esto no es más que una simple justificación literaria para poner verde a toda esa fauna que solemos distribuirnos por los diferentes caminos que conducen a Santiago).
Comenzaré por las dos catalanas, o que hablan catalán. La primera noche durmieron en las literas de arriba de nosotros dos. Las dos son feas, desagradables, maleducadas y encima la de la camiseta roja ronca como una cosa mala, cuando anoche Joseba me dijo que roncaba pensé que exageraba, pero no, ronca como una profesional y no me refiero a respirar fuerte, hablo de tragarse el colchón de arriba con la respiración. La otra es fea, pero mucho, lleva una coleta muy larga a la espalda. La primera noche en Guillena llegaron las últimas y creemos que pasadas de alcohol, aunque todo estaba en silencio ellas montaron un buen número, charlaron, se movieron un montón y molestaron a todo el mundo. No nos caen bien, son desagradables, maleducadas y espesas.
Después hay un señor catalán que camina con uno que creo que es de Sevilla, no puedo escribir muy fuerte porque ahora lo tengo justo enfrente. Ayer llegaron al albergue y los vimos por primera vez. Estaba yo hablando con unos italianos que acababan de llegar y me contaba el italiano que él sabía alemán y suizo, que ambas lenguas eran como dialectos por lo parecidas, algo similar a lo que pasa con el castellano y el catalán; salió como un resorte este tipo para decir que el catalán no era un dialecto sino una lengua, yo le intenté explicar que no era eso lo que había querido decir el italiano pero él erre que erre, en defensa del catalán, algo típico del complejo de inferioridad catalán unido a un provincianismo absurdo de algunos ciudadanos que viven en esa hermosa tierra. Tampoco nos cae bien: parece ser que esta mañana se han levantado muy temprano y ha desperatado a todo el mundo, yo no me he enterado pero Joseba estaba negro. Los hemos adelantado justo antes de llegar a la parte del camino, al final del trozo de carretera. Ahora que hemos llegado al albergue está por aquí en la cocina arreglándose los pies y dándose Voltarem porque debe tener algún problema en las rodillas. De todos modos al final será hasta buena gente. Con él marcha un señor que creo es sevillano, pero no puedo decir nada más porque no hace mucho, está tumbado en la litera y no suele relacionarse demasiado.
Seguimos por un matrimonio que también habla catalán, lo primero que recuerdo de él fue en Guillena: lleva una concha colgada al cuello todo el tiempo son bastante mayores y parecen buena gente, de todos modos son catalanes, catalanes… qué le vamos a hacer porque nadie es perfecto, parecen bastante simplecitos de mente pero bien. Salieron bastante temprano y les hemos adelantado poco antes del llegar a la cuesta del calvario.
Está claro que este camino va a estar plagado de catalanes y que ocuparán una parte importante en nuestra historia. Eso me permitirá meterme con ellos del mismo modo que ya lo hago con Joseba. Ya sabéis que esta actitud sólo es una forma de tocar las narices (o algo más) y que es parte de mi manera de ser natural.
También está un señor francés que habla muy bien español pero con el que no hemos tenido relación, uno que puede ser italiano que tampoco controlamos mucho.
Ayer había un chico no muy hablador que se ve bastante experimentado en esto del camino y que va con unos vaqueros como indumentaria de marcha. Un trío de alemanes a los que casi no hemos visto.
Finalmente los italianos: llegaron ayer al albergue a última hora de la tarde, eran cuatro y nosotros pensamos que iban juntos. Primero llegaron dos señores y una señora y luego otro señor muy mayor. Los tres primeros eran bastante simpáticos, nos contaron que sabían alemán porque eran de la zona norte de Italia, alabaron mi italiano y se quedaron pasmados de ver la tecnología con la que me muevo por estos lugares. La señora nos ha pasado esta mañana en bici a los dos y la hemos encontrado al bajar el calvario: de los otros dos no sabemos nada más, pensábamos que iban juntos pero parece que no. El otro señor mayor que llegó a última hora se acostó y se quedó dormido, esta mañana lo he visto levantarse a las 5 con todo el ruido del mundo y salir poco después pero no lo hemos visto en toda la etapa. Estamos muy cabreados porque no hay derecho a llegar y ponerse a dormir para levantarse a las cinco molestando y despertando a todos. Lo que más me llamó la atención es que llevaba los calzoncillos transparentes de tanto uso y desgastados, no creo que lleguen a Santiago, si no corren a gorrazos al tío por maleducado.
Bueno, seguiremos con los demás otro día, hasta ahora estos son los que más nos han llamado la atención.
El albergue de ayer estaba bastante bien, es un local en el que hay varios servicios del ayuntamiento como una sala de ordenadores y un servicio de atención a personas con discapacidad psíquica. Al llegar la señora estaba limpiando y compartimos con los alumnos con sídrome de down un ratito de calorcillo, canciones infantiles y bromas a su nivel. Después de lavar, comer y escribir en el blog la entrada fuimos a dar un paseo por el pueblo y a cenar. Cenamos en el mismo sitio que al medio día y pasamos el final de la tarde charlando, gastando bromas y preparando la etapa de hoy. Cuando nos íbamos al albergue llamó mi madre y estuvimos hablando un ratito, hacía fresquito. En el albergue todo estaba a oscuras y la niña vecina de Joseba roncaba como una cosa mala. Yo me dormí rápido bien abrigadito hasta las 5 que nos ha despertado el italiano de los calzoncillos desgastados y hemos coincidido en el baño Joseba y yo. Poco a poco se han levantados todos y a las siete nos hemos puesto en marcha, hoy he conseguido despertar justo antes de que Joseba me llamara y el sobresalto ha sido menor. Sobre las 7:30 a desayunar en el bar de enfrente del albergue; estaban poniendo una película de guerra y mientras tomábamos las tostadas hemos visto destripar, violar, descuartizar, destrozar a bombazos a todo tipo de lugareños asiáticos. Estábamos nosotros disfrutando de nuestro violento desayuno cuando ha llegado un tío del pueblo y nos ha preguntado si desde tan temprano ya estaban matando gente: le hemos contestado que ya llevaban un rato. Nos ha contado que los alemanes son unos cabrones porque hacen que su mujer trabaje en la semana santa porque están en el Lidl, que ha llamado a su mujer para decirle que él pensaba irse de procesiones toda la semana y que ella le ha mandado a tomar por… (culo). Y todo eso sin parar de reír y gastar bromas; hay que tener ganas a esas horas de la madrugada y después de ser abrocado por tu media naranja.
Sobre las 7:45 hemos salido a caminar. De la etapa de hoy poco que contar; la primera parte de unos 17 km ha transcurrido por una carretera de buen piso y no mucho tráfico, todo el tiempo con pequeñas subidas y bajadas pero sin grandes dificultades; el asfalto no calentaba mucho porque la mañana ha sido fresquita, incluso para alguien de Bilbao como Joseba, de hecho no nos hemos quitado la camiseta de manga larga en toda la etapa. Hemos pasado por la finca Yerbabuena y por otras muchas enormes. El paisaje era muy bonito entre alcornoques y dehesa.

Puerta de acceso a la finca Yerbabuena
Después hemos entrado en la finca el Berrocal y ya todo el resto de la etapa ha sido por pista aplastada. Camino muy cómodo y bonito.

Entrada a la finca El berrocal

Torre con paneles solares

Señalización en la zona para la Vía de la plata

Camino en la finca con casa en ruinas
Al salir por una valla cada vez se ha hecho más cuesta arriba y más feo, han desaparecido los alcornoques y han comenzado a verse eucaliptos, pocos y dispersos. La vegetación casi ha desaparecido y el terreno era bastante feo. Para colmo a unos 2 km hay una gran cuesta que lleva al calvario, corta pero matadora, luego una gran bajada, fea y pedregosa. Hemos adelantado a casi todos antes de llegar a la cuesta y hemos encontrado a la italiana de la bici justo al llegar al pueblo.

Llegada a Almadén de la Plata
El albergue está al final del pueblo y lo lleva una señora bastante agradable. Está limpio y bien ordenado.

Albergue de Almadén

Dejamos las cosas en el albergue para instalarnos
Hemos lavado, nos hemos duchado, hemos tendido y han comenzado a llegar algunos peregrinos. Nosotros nos hemos ido a comer al único bar-restaurante del pueblo un guiso de garbanzos con callos y unas croquetas con patatas (ni siquiera eran caseras) luego un café y un orujo con hielo para no perder la costumbre. Hemos regresado al albergue y aquí estoy escribiendo esto, van llegando todos los peregrinos (hace un momento que llegaron los italianos de ayer) y va refrescando bastante, parece que esta noche hará frío y tendremos que dormir en el saco.
Los datos de la etapa de hoy han sido: 29,4 km de etapa, 5,7 de media, 5:10 de tiempo en marcha y 475 de altitud pero hemos llegado de máxima altura 561.
¿Os he comentado ya lo contento que estoy por estar aquí haciendo el camino?
hola!!oye el blog está muy chulo. acabo de recuperar mi cuenta jaja que ya sabía yo que estaba registrada. pues nada el blog es muy entretenido y todo eso. esperamos que te lo estés pasando muy bien. nosotras por aquí nos las vamos apañando. bueno ya iremos leyendo a diario y hablando por internet. ya te echamos de menos. que vaya muy bien. un beso a Joseba. te queremos!! :).
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