3ª Muros de Nalón – Ballota

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Una nueva noche de pesadilla gracias, esta vez, a mi vecino de litera. Al llegar por la tarde-noche noté un desagradable olor a sudor tipo «demasiado tiempo sin pasar por la ducha» que se desprendía de una mochila colocada junto a mi cama. Se trataba de los aperos de trabajo de mi compañero de litera. Al principio pensé que era una simple molestia pero poco a poco mis peores terrores se confirmaron. Cada vez que me daba la vuelta en mi cama mirando hacia su litera el tufo que me llegaba me revolvía las tripas y todo lo demás. Ni el olor insufrible de mi pulsera anti-mosquitos tapaba el insoportable olor.

A las 6:45 he decidido levantarme incapaz de aguantar más semejante hedor aunque tuviera que esperar hasta las 7:30 para desayunar.

He salido a las 8 y he seguido las indicaciones de Mercedes evitando el camino oficial y directo por la carretera hasta la Playa del Aguilar. Un suave descenso tras pasar por Muros te lleva hasta la misma playa en la que he podido disfrutar del silencio de la primera hora de la mañana en un lugar precioso. Después de recorrer la playa he salido por la misma carretera que continúa en un agradable ascenso hasta el Pito (merece la pena ir parando en las curvas de esta parte para ir disfrutando de las vistas que hay sobre la playa.

En el Pito se vuelve a retomar el camino original pasando por la Fundación Selgas y dejando a la derecha el desvío que te lleva a Cudillero. Yo he decidido no bajar a Cudillero ya que supone un desvío largo y yo ya conozco Cudillero. Para los que no lo hayan visitado sin duda no se puede dejar pasar uno de los pueblos más bonitos de toda la costa Asturiana.

Siguiendo la ruta he hecho una nueva parada en la Playa de la Concha (supone un desvío de unos pocos metros y merece la pena verla) y luego he hecho otra parada en la impresionante playa del Silencio. Es una pena que el camino desprecie estos lugares que se encuentran muy cerca pero que muchos caminantes desprecian por no encontrarse «en ruta». La pena es que a la hora que he pasado ya había mucha gente por allí.

La etapa es de mucho sube-baja siempre evitando la Autovía del norte, la carretera general y la vía del tren. Mucho asfalto salvo en tramos de bosque. Constantes descensos en zonas más cerradas para cruzar los ríos y fuertes pendientes de subida. hay que tener en cuenta que la etapa se puede complicar bastante en días de lluvia ya que toda la zona es muy húmeda.

He llegado a buena hora a Casa Fernando en Ballota, mi destino del día. Al ser domingo estaba lleno y eso ha hecho algo más complicado tod0. Al final me hab guardado una mesita para comer da fábula: pote asturiano y cachopo de pescado (excelente menú a 15 euros).

Es verdad que la opción de dormir aquí es resultado de conocer bien la zona y descartar localidades más turísticas. La relación calidad precio del hotel hace que merezca la pena la parada y la atención a los peregrinos suele ser buena aquí, salvo en días de mucho follón como fue este domingo. Por supuesto que la parada implica poder bajar a bañarse a la playa de Ballota por la tarde para disfrutar de un baño (al menos de sol si el agua está muy fría para los blandos ciudadanos de origen mediterráneo). La playa no es muy apta para baño de agua por lo que lo mejor es optar por ir a disfrutar de la tranquilidad, el sol y las olas. La playa está algo lejos del hotel en el mismo camino que se toma para continuar etapa. Había un par de parejas tomando el sol y como todo el mundo andaba por allí en bolas yo he hecho caso a aquello de «donde fueres, haz lo que vieres».

Al regresar he aprovechado para hablar con la familia con FaceTime gracias a la estupenda wifi del hotel y poco más.

La cena ha estado regular y la estancia general en Casa Fernando me ha decepcionado en comparación a mi estancia en 2.010; quizás haya sido el hecho de que era domingo y estaban teniendo mucha gente y debían estar bastante cansados del servicio del mediodía.

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Resumen etapa: 31,66 km en 6h 19 min. Etapa en wikiloc.

 

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