Os dejo el vídeo con una selección de imágenes del viaje a Islandia. Pronto tendré lista la página con toda la información. Esto es un adelanto.
Diario
Camí dels bons homes: Etapa 10ª. Roquefixade – Foix
A la hora prevista hemos desayunado estupendamente, a la altura de la cena de la noche anterior. Nos hemos puesto en marcha con mucho recelo ya que no paraba de lloviznar y las previsiones eran de continuar así todo el día.
La etapa de hoy era bastante sencillita con varias pequeñas subidas que acumulan unos 500 metros de desnivel y con una gran bajada final que se ha hecho bastante dura. La etapa la hemos pasado todo el rato con la ropa de agua y con las consiguientes molestias de calor. A pesar de todo no hemos encontrado demasiados tramos de barro por lo que se nos ha hecho más llevadera. En este camino no hemos tenido ninguna etapa verdaderamente fácil y esta tampoco iba a ser menos, aunque la distancia total no ha permitido que se nos complicara demasiado.
El trazado de hoy coincide en parte con el recorrido de la ruta del sendero cátaro, que recorre los distintos castillos cátaros por todo el sur de Francia. Es una ruta que debe ser interesante aunque nos dicen que es bastante llana y calurosa. Incluye los castillos de Montségur, Roquefixade y, para terminar, el de Foix.
Hemos llegado a Foix a muy buena hora para tomar una estupenda habitación en L’Arche des Chapeliers, una Chambre d’Hôte con una puntuación de 9,4 en Booking. La verdad es que la puntuación lo merece por ubicación, por limpieza y por amabilidad de la señora que lo lleva.
Tras la ducha y lavar ropa nos hemos ido a comprar los billetes de tren a la «gare» para el día siguiente hasta Bayona y luego a comer a un pequeño restaurante que nos había aconsejado la señora. Se trata del Bar Auberge Miranda, situado en una casa muy antigua. Es un lugar sencillo pero muy acogedor y que atiende estupendamente un señor muy amable y buen conocedor de la lengua y costumbres hispanas (aunque a su propio ritmo). Hemos tomado un buen menú económico y muy rico.
La tarde la hemos pasado visitando la ciudad y subiendo al impresionante castillo de Foix. Hemos esperado para hacer la visita guiada en francés y mi querido compañero ha podido demostrar sus conocimientos adquiridos en los últimos años de la lengua gala. Después, varias vueltas a la ciudad disfrutando de la tarde. Luego la cena en un restaurante brasileño donde nos hemos comido una estupenda ración de carne preparada a su estilo, una delicia. La verdad es que cuando hemos llegado nos han dicho que no había sitio porque todo estaba reservado: varias chicas estaban delante de nosotros también con la misma intención. El camarero me ha guiñado un ojo y me ha dicho que esperáramos un rato a que se marcharan las chicas porque sí tenía una mesa pequeña para nosotros dos. La amabilidad gala es algo que nos está sorprendiendo muy gratamente en este camino.
Con esta etapa hemos finalizado el camino de los buenos hombres. Como resumen podemos decir que es un camino bastante duro, con muchos desniveles y con terrenos de alta montaña que alternan subidas y bajadas muy técnicas. También hemos encontrado muchas zonas de agua que imaginamos pueden complicar mucho las cosas si realizas esta ruta en primavera, en la época de deshielo. Pero sin duda los esfuerzos y la dureza se ven ampliamente recompensados por la belleza de los lugares. A eso tenemos que unir lo agradable que siempre resulta caminar con mi compañero de aventuras, mi amigo Joseba. Este viaje nos ha vuelto a servir para reforzar nuestra amistad (incluidas las camas compartidas) y para seguir realizando nuevos proyectos en el futuro que poco a poco vamos madurando.
El camino no termina aquí ya que hoy voy en el tren camino de Bayona donde mañana empezamos la ruta por el valle del Baztán.
Camí dels bons homes: Etapa 9ª. Montségur – Roquefixade
Nuestras previsiones hoy eran las de levantarnos un poco más tarde que de costumbre puesto que la etapa prevista era cortita. La planificación que habíamos hecho era la de dividir la etapa final en dos con la idea de poder llegar temprano a Foix al día siguiente y así poder ver la ciudad bien, además de poder ir a la estación y comprar los billetes de tren para trasladarnos a Bayona. De paso podríamos ver el castillo de Roquefixade y también aprovechar para recuperarnos un poco después de tantos días con etapas duras.
A las 7 estábamos ya desayunando en el salón de la casa cuando ha comenzado a llover a mares. Ante la idea de calarnos del todo y puesto que las previsiones eran de una etapa corta hemos esperado a que dejara de llover porque la aplicación del tiempo.es nos daba seco a partir de las 8. Así ha sido y, aunque todo el día ha estado cubierto ya no nos ha llovido nada.
Una vez más la ruta nos ha regalado una etapa dura y complicada, esta vez por el barro y el agua. La lluvia ha hecho que el camino se complicara mucho. El trazado es un constante sube baja entre barro con tramos muy bonitos y sin mayor complicación.
La salida de Montségur se hace siguiendo la senda que sube hasta el castillo y al llegar al aparcamiento se abandona esa senda para tomar la carretera que lleva a Montferrier. El camino se sale de la carretera para tomar caminos siempre paralelos y junto a río. Hemos optado por seguir todo el rato la carretera pensando que a esas horas no había tráfico y que los tramos de camino podían estar bastante embarrados dado todo lo que había llovido y la proximidad del río.
Todo el día ha estado muy cubierto por lo que no hemos tenido mucha oportunidad de ver paisaje. Sin grandes novedades hemos llegado a la pequeña aldea de Roquefixade antes de las 12.
El único alojamiento y restaurante es la gite de etape de Roquefixade que ya tenía reservado. Como el tema estaba complicado había cogido pensión completa a un precio de 60 por cabeza.
Al llegar estaba todo cerrado y había alguien limpiando dentro: hemos conseguido que nos atienda para decirnos que abre a partir de las 5 y que no hay nada para comer, que la pensión completa incluye un pic-nic para el día siguiente, pero hasta las cinco nada. Nos ha concedido darnos el pic-nic para comer algo y hemos dejado las mochilas dentro para poder subir hasta el castillo. La niebla era bastante intensa y no se veía nada. Todo el día ha estado lloviznando y eso ha hecho que tengamos que esperar cuatro horas a la puerta de la gite sin comer y con bastante frío y humedad.
Hemos aprovechado para subir a los restos del castillo para hacer tiempo. La verdad es que el lugar es muy bonito pero no hemos podido disfrutar casi porque todo el tiempo estaba muy cubierto y casi no se veía nada con la niebla. En el camino del castillo había varias personas haciendo escalada y alguien más ha subido también por el camino.
Una vez regresados a la gite nos hemos cobijado tímidamente de la lluvia bajo el alero de un tejado con un frío cada vez más intenso y muertos de hambre después del «ligero» pic-nic de la comida.
A la hora prevista, menos algo, ha llegado la persona que lleva la gite y por fin hemos podido entrar. No es que haya sido muy amable pero, al menos, podíamos pensar en una ducha caliente y en tomar una cerveza haciendo tiempo hasta la cena.
El lugar está bastante limpio y a las cinco ya estábamos instalados en una cama de matrimonio que es nuestra propuesta de descanso del día, para sorpresa mía y disgusto de mi compañero de viaje. Hemos conseguido, al menos, sábanas y toallas y poco a poco nos hemos sentido más cómodos.
En el camino tenemos la experiencia de que cuando las cosas parece que irán mal se acaban arreglando, igual que otras veces lo que pinta bien acaba siendo un infierno. Si en Porta pensábamos que estaríamos bien y acabamos con picaduras por todo el cuerpo, la espera eterna a la puerta de la gite de Roquefixade nos ha permitido disfrutar de una tarde muy agradable con la gente de la gite (llegó la familia del chico que la lleva) y con una propuesta de cena que nos ha compensado el hambre del mediodía. Toda la falta de atención con que nos recibió por la mañana se ha convertido en amabilidad hasta llegar a invitarnos a un par de cervezas y ofrecernos gratis las sábanas y toallas. Todo un detalle sabiendo el lugar en el que estamos.
Después de disfrutar de los placeres de la mesa en tan agradable compañía (incluido asado de cordero, abundante vino, queso y un licor casero) nos hemos retirado a descansar y a disfrutar de nuestra cama de matrimonio.
Podemos tranquilizar a nuestros lectores confirmando que a lo largo de la noche no ocurrió nada extraño y morfeo alimentó nuestros sueños (cada uno el suyo) hasta la llegada del sonido del teléfono de Joseba a la hora de siempre.
Resumen de la etapa: 16,6 km en 3h 46 min a 4,4 km/h con 530 m de subida y 677 de bajada. Etapa en wikiloc.
Camí dels bons homes: Etapa 8ª. Comús – Montségur
Lo corto de la etapa no se corresponde con la dureza que ocultaba. El barro se ha ido convirtiendo en nuestro compañero y cada vez encontramos más tramos complicados de transitar. La etapa es una maravilla que nos adentra por les Gorges de la Frau, una preciosa garganta que nos ha permitido disfrutar de uno de los tramos más bonitos de todo el camino.
El primer tramo de la etapa va en suave descenso por todo el valle de L’Hers, frontera entre Aude y Ariege. Preciosas escenas por una garganta cada vez más cerrada y húmeda hasta llegar a una zona más abierta que supone el final del tramo.
Después de eso nos esperaba, sin embargo una durísima subida llena de barro y con una gran pendiente que nos ha hecho muy complicado el final de etapa. De cualquier modo antes de las 12 estábamos en Montségur dispuestos a comer algo y subir después al castillo que es el origen y fundamento de todo este camino.
Recordemos que el asalto al castillo de Montségur supuso el final de todo el movimiento de los cátaros en esta zona de Francia. El camino que nosotros venimos siguiendo fue la ruta de huída a esta persecución desde Francia hasta las zonas del norte de España. Se trata del recorrido inverso al realizado por nosotros.
Tenemos reservado alojamiento con cena en una gite a la entrada del pueblo pero está todo cerrado. Hemos comido muy bien en “La patata que fuma” y hemos dejado allí las mochilas para subir hasta el Chateau: una durísima subida con un desnivel de más de 300 metros en 1,5 km. Al no llevar mochilas nos hemos puesto a subir a todo ritmo y en 31 minutos estábamos arriba. Allí hemos escuchado durante mucho más tiempo las explicaciones del guía del lugar sobre los cátaros y su derrota definitiva en la cruzada que acabó quemando a una gran parte de los “herejes”.
Después del palizón de subida, de la explicación y de la complicada bajada nos hemos enfrentado a nuestro surrealista alojamiento. Una casa sin ningún tipo de indicación al inicio del pueblo atendido por una señora (inglesa, quizás) que no se enteraba de casi nada y que nos decía a todo que sí. Un perro y un niño adolescente completaban la escena. Cada vez que le preguntábamos algo nos decía que no sabía nada porque ella sólo viene aquí “de vez en cuando”. Al pedirle información para lavar la ropa nos ha ofrecido una lavadora que he tardado casi una hora en poner en marcha porque estaba desconectada en el cuadro general. Al final hemos podido lavar la ropa mientras tomábamos una cerveza y procurábamos no acercarnos mucho a ningún sitio dado el nivel de limpieza. Sorprendentemente la única habitación cómoda y aceptablemente limpia era el salón en el que hemos cenado estupendamente. Durante toda la tarde hemos estado recibiendo los maravillosos olores de la cena que se han confirmado a partir de las 7:30. Suciedad por todas partes pero cena genial.
Resumen de la etapa: 16.6 km en 3h 29 min a 4.75 km/h con 628 m de subida y 754 de bajada. Etapa en Wikiloc.
Camí dels bons homes: 6ª etapa. Mérens les Vals – Ax les Thermes
Una nueva etapa de “recuperación” cortita pero muy dura. De todos modos la dureza de la subida se compensa sobradamente con la belleza de los paisajes a contemplar en toda la zona alta.
Después de una cena agradable (a pesar de nuestros compañeros de mesa) y de un sueño reparador nos hemos levantado con el ánimo renovado y con evidentes muestras de picaduras por todo el cuerpo. A las chinches del albergue de Porta se han ido uniendo unos dolorosísimos mordiscos de unos tábanos enormes que me han provocado una enorme reacción alérgica en la pierna. Es hora de buscar farmacia y aplicarme en mis conocimientos del nombre de los insectos en francés adquirido después de varios años de picaduras por estos lugares.
Salimos de la gite por la iglesia y tomamos la carretera en ascenso fuerte y constante. Hay que tener cuidado y no pasarse de camino ya que en ese punto se separan dos GR: nosotros tenemos que tomar a la izquierda antes de cruzar el río de Saint-Touret para iniciar una fuerte subida de unos 5 km que nos lleva a la zona alta del Coll de Joux, a 1.750 metros. Desde ese punto ya el camino suaviza mucho hasta llegar a la cabaña. Allí hemos encontrado un montón de vacas y algunos caballos que no querían apartarse del camino y que nos han hecho perder un rato.
Desde aquí todo es un agradable descenso por una cómoda pista siempre en continua bajada. Merece la pena tomarse este tramo con tranquilidad para disfrutar de las vistas de los valles y del propio camino.
Finalizado el zig-zag de bajada tomamos una pista que nos va llevando a Orgeix, no tiene mayor dificultad ni en el seguimiento ni por el descenso, hasta el Rí d’Aygue.
Este es el punto en el que debería acabar nuestra etapa pero en Orgeix no hay nada de infraestructura, ni hoteles ni restaurantes o tiendas. Nuestra opción ha sido la de continuar hasta la cercana Ax les Thermes que sí tiene todos los servicios. Se trata de unos 3 km sin ninguna dificultad por una bonita pista que siempre va junto al río y que está bien señalizada. A mitad de esta pista encontramos el lago artificial de Campauleil. Esta pista acaba desembocando en la carretera que lleva directo a Ax les Thermes.
Estamos alojados a la entrada del pueblo en La Grande Cordée. Se trata de un lugar sencillo pero bien equipado, una buena alternativa con media pensión. Para comer nos han aconsejado ir al centro de la ciudad a Le Petit Montagnard y ha sido un acierto. Luego hemos dado una vuelta por la zona de las termas. Esta ciudad es un lugar muy conocido por sus aguas termales, hay muchas personas, sobre todo mayores, que viene aquí a tomar los baños y hacer la rehabilitación de sus problemas físicos. Por las calles hay distintas fuentes públicas y está lleno de balnearios y hoteles termales.
También hemos buscado una farmacia para comprar repelente eficaz contra los insectos (regular de resultado) y una pomada con cortisona para las picaduras que ya tenemos, sobre todo yo.
Resumen de la etapa hasta Orgeix: 18,8 km en 4h 21 min con 682 m de subida y 998 de bajada. Etapa en wikiloc.
Costa Norte de Galicia Etapa 25ª Lires – Fisterra Camiño dos Faros Etapa 8ª
Acaba aquí el camino de este verano. La última etapa es, sin duda, uno de los tramos más espectaculares de todos los que hemos hecho en estos 45 días de camino. Han sido casi 1.200 km intensos por sitios muy diferentes.

Ría de Lires
Ha sido una pena no poder disfrutar plenamente de las increíbles vistas de la etapa ya que hemos pasado todo el camino con muy poca visibilidad por culpa de una niebla bastante persistente que se mezclaba con el humo de los incendios que se han dado estos días por toda esta zona. Es cierto que la niebla nos ha privado de algunas vistas sobre los impresionantes acantilados de todo este tramo pero también ha dado al camino un aire mucho más intenso y recogido que también ha tenido su punto especial. De cualquier modo hemos de agradecer que en 45 días no hemos visto prácticamente la lluvia y el tiempo nos ha permitido disfrutar en toda su plenitud de una costa gallega que pocas veces es tan generosa con el tiempo.
Salimos de Lires a eso de las 7:15 porque la idea era que la etapa no se nos alargara demasiado y pudiéramos llegar a tiempo a Fisterra. Se trataba de recorrer unos 22 km con un perfil bastante irregular y con un recorrido que incluía varios tramos complicados sobre zonas de acantilados. Esperábamos un terreno parecido al de la etapa anterior pero con más desnivel.
La salida por la ría es una gozada porque se hace por la carretera que lleva hasta la playa en la que la noche anterior habíamos estado cenando y viendo la puesta de sol. Hasta el bar de la playa se pasa entre gaviotas y grullas que están pescando a esa hora en marea baja, justo enfrente de la piscifactoría.
Nada más pasar del bar se toma un camino que lleva hasta la siguiente playa y desde allí se comienza a recorrer los acantilados de Lires. Hay que tener cuidado con la señalización porque no es fácil de seguir, la vegetación es bastante molesta en esta zona y el sendero es estrecho. Yo me he perdido al final y he tenido que tomar directo para arriba hasta alcanzar la pista.
Sigue siempre el mismo tipo de senda por el monte da Vela y los impresionantes acantilados de Mexadoira. Todo el tiempo constante sube y baja por muy estrechas sendas en las que hay que tener cuidado por ser un terreno bastante técnico y algo peligroso. Atención siempre de no ir por el borde del acantilado.
El colofón de este tramo lo pone la cascada que cae directamente al mar al final de los acantilados de Mexadoira antes de entrar en la playa de O Rostro. Precioso tramo que se hacía aún más bello entre la niebla, un momento muy especial del camino.
En la playa se sigue ya todo el tiempo por la arena para recorrer los dos quilómetros que tiene.
Desde la playa se sube hasta el monte do Castelo para pasar por el castro de Castromiñán (no se ve nada).
Una nueva zona de bajada, siempre por el mismo tipo de terreno hasta la playa de Arnela y desde allí nueva subida fuerte para alcanzar los acantilados del cabo de la Nave. Otra impresionante zona de acantilados por estrecha senda en constante subida hasta alcanzar más de 100 metros de altura.
Después del tramo de acantilados se toma una senda que nos lleva, de una forma mucho más cómoda hasta el monte Veladoiro. Es un tramo de subida mucho más sencillo por el interior hasta alcanzar los 250 metros de altura.

Monte Veladoiro
Desde aquí todo es mucho más fácil hasta el final. Al pasar la zona más alta he llegado a uno de los terrenos que se han quemado estos días. Es un pequeño tramo que aparece todo negro. Una pista nos lleva hasta la playa de Mar de Fora para recorrerla casi completa. En esta playa hace ya muchos años nuestras hijas jugaban con Leda a hacer el camino de Santiago: nunca imaginé que acabaríamos pasando por aquí haciendo camino.

Playa de Fora
Desde la playa se comienza la subida final al monte Facho. El primer tramo lleva hasta la misma población de Fisterra y desde allí una pista cómoda sigue subiendo en dirección al faro. Hay un tramo final bastante pendiente y finalmente se alcanza la carretera que te lleva directo en bajada hasta el faro.
Impresionante ver cómo se pasa, en un momento, de la tranquilidad del camino al follón del turismo del faro. Cientos de personas y coches dando vueltas alrededor del faro y que no nos han permitido un momento de emoción digno de un final de camino a la altura de lo que este año hemos hecho.

Faro de Fisterra
Sin parar mucho tiempo hemos tomado la carretera en dirección a Fisterra para llegar al hotel, tomar una ducha y bajar a comer a uno de los restaurantes del puerto. Mucha gente al ser domingo y fin de semana con puente.
Concluimos por este año el camino en un lugar mítico que ya ha sido final para nosotros en alguna otra ocasión. Esta vez hemos llegado por la costa culminando un recorrido desde Ribadeo siempre con el mar como protagonista.
Hemos estado alojados en la Pensión Mirador Fin da Terra, un lugar muy aceptable en la relación calidad-precio. Hay que tener en cuenta que la posibilidad de alojamiento en Fisterra ha crecido de forma increíble en los últimos años. Florecen todo tipo de lugares (legales e ilegales) de todo tipo de nivel. Fisterra se ha convertido en un objetivo para muchos de los peregrinos que llegan a Santiago y deciden continuar por 3 ó 4 días hasta aquí o Muxía. En cualquier caso es una interesante alternativa hacer estas dos etapas por la costa en lugar de seguir el sencillo recorrido del camino por el interior.
Resumen de la etapa: 21,9 km en 6h 1 min a 3,64 km/h con 585 metros de desnivel positivo. Etapa en wikiloc.
Información importante:
Etapa 8ª del Camiño dos Faros.
Costa Norte de Galicia Etapa 24ª Muxía – Lires Camiño dos Faros etapa 7ª
Aprovechando que esta etapa coincide, al menos en parte, con el trazado de la etapa Muxía-Fisterra del Camino de Santiago, hemos podido desayunar temprano porque los bares abren aquí para los mucho peregrinos que hacen la etapa. La etapa del camino se hace por el interior y se llega directamente a Fisterra aunque el Camiño dos Faros la divide en dos haciendo parada en Lires puesto que el camino va siempre por la costa y el trazado es mucho más complicado.
La etapa está descrita en la página de Camiño dos Faros como la más dura de todo este camino. La verdad es que probablemente sea la más exigente físicamente pero no presenta las dificultades técnicas ni los peligros en el trazado de las dos primeras, eso no quiere decir que no haya tramos complicados, pero la belleza de la ruta complensa cualquier dificultad a estas alturas de camino.
Sale el camino de Muxía por la carretera hasta alcanzar la playa de Lourido. Desde la carretera ya se baja por una senda muy pendiente hasta la playa que hay que cruzar por la arena. Al final de la playa sale un sendero que sube directamente al monte Cachelmo. Se trata de una senda con mucho desnivel. Está muy cerrada, sobre todo en la primera parte. Hay una zona junto a un maizal que cuesta verlo. La subida es constante aunque no muy larga.
Hay que tener bastante cuidado con la bajada porque hay mucha tierra suelta. Imagino que este tramo con lluvia o con mucho viento debe ser muy complicado.
Al final el sendero desemboca en una pista que está bastante cerrada pero que se camina bien. Esta pista desemboca en otra mucho más fácil que lleva directamente al acceso a la playa Arnela.
Al terminar la pista comienza la segunda subida, a monte Buitra. Una pequeña senda bastante cerrada de vegetación es la subida. Se trata de una subida algo más suave y corta que la primera. La pendiente es bastante constante hasta alcanzar la pista que te lleva hasta Peña Buitra. Desde allí de nuevo una senda en subida, algo más abierta y con menos vegetación, lleva hasta la máxima altura.
La bajada comienza siendo muy suave aunque al final se hace muy dura y complicada. Es una zona de acantilados que tienen cierto peligro.
Desde ese mismo punto y sin descanso se comienza la tercera subida a Pedrouzo, la más alta y la más cómoda. Hay que avisar a la gente que esas tres subidas enlazadas se pueden atragantar a aquellos que no estén habituados a este tipo de terrenos. Son subidas exigentes con pendientes de mas del 20% de desnivel en algunos tramos.
La bajada es muy cómoda en la primera parte aunque se va complicando al final. Hay dos tramos bastante duros con tierra suelta y mucha pendiente, hay que ir muy despacio porque además hay bastante vegetación y los acantilados están bastante cerca. El último tramo lleva hasta el acceso a playa Moreira.
Desde este punto una nueva subida, ya más cómoda y corta nos conduce hacia el cabo Turiñán. El recorrido completo es un circuito cerrado de unos 4 km totales. Me había quedado ya sin agua en la primera parte de la bajada de Pedrouzo y he tenido que hacer más de 10 km sin beber.
El camino hacia el faro comienza por la carretera y luego toma una pequeña senda que va siempre muy cerca del mar. Este tramo es complicado porque es fácil perder las señales. Se trata de zonas con mucha vegetación aunque no tiene mucha altura. Yo me he perdido varias veces y he tenido que hacer algún recorte. El camino se hace duro porque se acumula a todo lo hecho en toda la etapa hasta aquí. Es un constante sube-baja siempre pegado al mar.
Impresionante el faro de Cabo Turiñán, punto más occidental de la España peninsular.
La senda de vuelta es un poco más de lo mismo: pequeños caminos bastante cerrados de vegetación baja que hacen fácil perder el recorrido. En este tramo creo que es imprescindible llevar el track para poder seguir la ruta sin problemas.
Una vez se alcanza el punto por el que se había pasado antes para ir hasta el faro se toma la carretera ya en dirección hacia la playa de Nemiña. Son 4 km bastante cómodos de hacer. Para mí han sido los más pesados por el tema de ir sin agua y he perdido las señales en la última parte. De todos modos he tomado la carretera y luego una pista justo hasta llegar hasta la misma puerta del restaurante que hay al inicio de la playa.
Tras beber abundamentemente he pedido una mesa para comer con idea de recuperar, descansar un poco y esperar también a que la marea fuera bajando para poder cruzar luego desde la playa de Nemiña a la de Lires. En el bar se come bastante bien y no me ha parecido que los precios fueran tremendos.
Sobre las 4 he salido y he podido cruzar sin problema porque el agua ya me llegaba por las rodillas.
Estamos alojados en Casa Lourido, en Lires. Un sitio agradable llevado de forma familiar desde hace mucho tiempo.
Por la tarde nos hemos venido al bar de la playa de Lires a tomar algo , ver la puesta de sol y cenar en la terraza. El camino hasta la playa es un cómodo paseo por la carretera junto a la Ría, enfrente está la piscifactoría.. Por toda la ría se pueden ver todo tipo de aves acuáticas como un verdadero espectáculo.
Hay que aprovechar que esto se acaba y mañana es la última etapa.
Resumen de la etapa:28,1 km en 9h 20 min (incluye comida en el restaurante de Nemiña) a 3,01 km/h con 710 metros de subida. Etapa en wikiloc.
Información importante:
Etapa 7ª del Camiño dos Faros.
Informe de seguridad de la etapa.
Costa Norte de Galicia Etapa 23ª Camariñas – Muxía Camiño dos faros Etapa 6ª
Como las previsiones de la etapa eran de muchos quilómetros la idea era salir tempranito para llegar a buena hora. Según el perfil y el track de wikiloc no presentaba muchas dificultades. La página del camino la define como larga pero bonita, con mucho tramo de carretera y no ha defraudado.
Habíamos quedado con la señora del hotel que podía bajar a desayunar temprano, aunque aún no estaba abierto. He podido tomar un vaso de leche, un zumo y un croissant antes de ponernos en marcha a eso de las 7:30. Al salir hacía bastante viento, aunque un poco menos que estos dos días últimos y el tiempo estaba lo suficientemente fresco como para ponerse una camiseta de manga larga. Así hemos pasado los primeros quilómetros.
Hoy el camino cambia completamente de dirección y pasamos un buen tramo de etapa mirando al sol de frente, en lugar de tenerlo a la espalda, como suele ser habitual porque tiene que bordear toda la ría llegando hasta el final y remontando luego.
Sale el camino por un cómodo paseo marítimo hasta llegar a la playa Lingunde sin ninguna dificultad. El paso por las playas se puede hacer perfectamente por la arena siempre subiendo por la costa hasta alcanzar el río. En Trasteiro hemos tomado la carretera para cruzar el río por el puente luego hemos seguido siempre muy cerca de la carretera principal tomando senderos, pistas y carreteras secundarias muy cómodas y agradables. Sólo los primeros tramos por la playa se hacen algo más incómodos, sobre todo cuando tienes que pasar sobre las zonas de piedras: hay que tener cuidado al pisar porque las piedras pueden estar mojadas y resbalar.
Una pequeña subida hasta Insua y luego siempre pegado a la costa pasando por distintas playas que te van sacando de esta zona de la ría y que acaban en la zona de la playa de Ariño. En Ariño he parado a tomar un café justo en el punto en que se abandona la playa y se toma hacia el interior por Tasaraño para cruzar el río.
A partir de esta zona el camino se va hacia el interior por carreteras secundarias que pasan por pequeños núcleos urbanos, todo muy rural, muy gallego y muy alejado del concepto de camino de mar que hemos llevado en todo este tiempo.
En Ponte do Porto se cruza de nuevo otro río para llevarnos hasta la zona de Cereixo. Hay un paseo marítimo que te lleva a la orilla del río por una zona muy bonita. El paso por Cereixo es un verdadero espectáculo con el pazo y la iglesia de Santiago. Hay también un impresionante hórreo que está en una finca privada y que no se puede casi ver desde cerca, pero que es enorme y muy bonito.
Después el camino sigue siempre muy cerca de la costa pero por zonas de bosque por pistas y sendas bastante limpias y cómodas. Sin mucha dificultad se llega a la playa de Lago y a su faro.
Poco más adelante, en Merexo el camino dos faros se une con el camino que viene desde Santiago a Muxia. Es un tramo fácil de carretera. El camino de Santiago sigue por el interior pero el de los faros gira en fonte de Tella y se dirige directo a la playa por el camino de los molinos. Es uno de los tramos más bonitos de toda la etapa y te lleva directo a la playa de Os Muiños.
Pasada la playa do Largo, con su faro, el camiño dos faros coincide en un tramo con el camino que viene desde Santiago hasta Muxía. Podemos encontrar algunas de las señalizaciones de ambos caminos. Sin embargo, esta unión dura poco porque el camino de Santiago se mete hacia el interior mientras que el de los faros toma hacia la derecha la preciosa ruta de Os Muiños do Río Negro que lleva hasta la misma playa de Os Muiños, donde desmboca el río. Resulta muy curioso pensar cómo el camino de Santiago prefiere pasar por una zona interior mucho menos bonita dejando de lado esta ruta de entrada a Muxía, mucho más bella. Para los caminantes que vienen de Santiago yo les aconsejo que tomen este tramo porque realmente es una belleza recorrer toda la senda entre bosques y agua hasta desembocar en la playa.
Desde aquí una fuerte subida hasta Chorente y luego toda la bajada suave hasta la misma playa de Muxia.
Como digo ha sido una etapa algo distinta a las anteriores: mucho de Galicia interior, a pesar de seguir pegados al mar. Esta vez hemos abandonado las olas golpeando con fuerza en las rocas por las tranquilas aguas del interior de la ría apropiadas para ver a los mariscadores trabajando en la marea baja.
En Muxía estamos alojados en el hostal-albergue Bela Muxía. Se trata de un lugar estupendo llevado por gente muy metida en esto del camino, como Ángel y Celia, dedicados a la promoción del camino en Muxía desde hace mucho tiempo. Hemos podido obtener mucha información sobre cómo va esto del camino y los peregrinos así como de algunos de los problemas que hay con el tema del camiño dos faros.
Para comer hemos ido a D´Alberto y hemos cambiado el pescado por una buena carne a la piedra. Luego una visita obligada al santuario de la Virxe da Barca y regreso al hostal a descansar. Al tener también albergue (está bastante enfocado al tema peregrinos) hemos podido lavar la ropa en lavadora.
Ya sólo nos quedan dos etapas para completar este camino, dos duras etapas que esperamos no nos compliquen demasiado las cosas y que no nos dejen demasiado mal sabor de boca ya que sabemos que por paisajes van a ser verdaderamente un espectáculo.
Resumen de la etapa: 30,7 km en 7h 3 min a 4,35 km/h con 256 m de desnivel. Etapa en wikiloc.
Información importante:
Etapa 6ª del Camiño dos faros.
Informe de seguridad de la etapa.
Costa Norte de Galicia Etapa 22ª Arou – Camariñas Camiño dos Faros Etapa 5ª
A las 7:30 ha sonado el despertador pero yo ya estaba despierto y había arreglado mis «juegos». A las 8 hemos bajado a desayunar porque la señora nos había ofrecido esa hora, a pesar de que el desayuno comienza a las 8:30. Es un estupendo desayuno de autoservicio.
A las 8:30 estaba Ángel en la puerta y nos ha llevado hasta Santa Mariña para hacer la etapa. Hoy se trata de una etapa fácil y cortita para disfrutar de verdad del camino. Se trata de la más corta y sencilla pero incluye algunos de los puntos más especiales de todo este camino: el cementerio de los ingleses, la duna de Monte Branco y el faro de Cabo Vilán.

Puerto de Santa Mariña
La salida del puerto es la parte más dura de la etapa hasta llegar a la playa de Trece. Se trata de andar siempre sobre la arena por terreno muy irregular. La primera parte de salida del puerto está muy cubierta de vegetación baja y toxos que te destrozan las piernas, no es un tramo duro pero se hace bastante lento andar. Luego está la subida hasta Monte Branco: preciosa siempre pisando arena hasta arriba, lo que hace que la ascensión se haga más dura. Las vistas desde arriba son increibles con la playa do Trece, el cementerio de los ingleses y el cabo Vilán al fondo. Merece la pena pararse un momento para contemplar el paisaje y hacer unas fotos mientras recuperas las pulsaciones después de la subida. Tampoco es que hayamos podido estar mucho rato allí porque el viento era muy fuerte esta mañana y en esa zona pegaba bastante, lo que hacía muy incomdo estar parados allí.
En la bajada hay que tener mucho cuidado porque la arena está muy suelta y es fácil resbalar y caer. Hay que ir despacio mirando bien por dónde pisas y llenando poco a poco las zapatillas de arena.

Playa de Trece
Una vez alcanzada la playa de Trece el terreno sigue siendo bastante incómodo porque el camino pasa por toda la zona de la arena. Sigues metiendo arena en las zapatillas hasta llegar al camino. Todos estos tramos iniciales son sencillos de hacer aunque te relentizan mucho la marcha al tener que ir muy despacio por la incomodidad de pisar arena todo el tiempo.

Cementerio de los Ingleses
Una vez sales de la zona de la playa se toma una senda muy sencilla que te lleva hasta el cementerio de los ingleses. Impresionante lugar que recuerda por qué esta costa es llamada de la Muerte. Los frecuentes naufragios hacen que todo el litoral esté plagado de cruces e historias de barcos hundidos y marineros ahogados ante la violencia del mar. El lugar recuerda tres naufragios del siglo pasado y es un monumento de recuerdo a todos los naufragos de esta costa.
Desde aquí el camino ya sigue siempre por pistas muy sencillas que sólo se abandonan puntualmente para recortar algo de terreno y que no tienen ninguna dificultad. Siempre llevamos de referencia el cabo Vilán, que vemos todo el tiempo desde la subida primera a Monte Branco.
La única «dificultad» es la subida a Monte Pedroso desde la playa. Tramo pequeño pero muy empinado y que nos lleva hasta la pista que conduce directamente al cabo. El viento se nos ha hecho muy complicado en esa zona porque sopla siempre del norte y en ese tramo vamos siempre muy desprotegidos.
El cabo Vilán es otro punto impresionante de nuestra ruta. Al llegar se mezclan la emoción de estar en un lugar muy especial de esta ruta con el turisteo absurdo de montones de personas dando vueltas por todas partes haciéndose selfies. Todo estaba abarrotado de coches y gentes y ha sido complicado poder hacer algunas fotos sin nadie. Debajo hay un centro de interpretación muy interesante que ha servido de refugio del viento, que en ese punto soplaba casi para tirarnos.
Una vez completada la visita al faro el camino sigue por la otra parte del cabo, la sur, y eso ha hecho que sea mucho más cómodo el camino por lo que respecta al viento.
Se rodea la enorme piscifactoría y se toma una muy cómoda pista de tierra que ya sigue directamente hasta Camariñas. Una pequeña parada en la ermita de la Virgen del Monte es el único entretenimiento hasta el final.
Hemos llegado al hotel sobre las 13:30, con tiempo para una ducha, lavar y marcharnos a comer de nuevo al restaurante de ayer. Al llegar estaba completo y hemos tenido que esperar un poquito mientras observábamos alucinados el ritmo de trabajo que tienen. Está claro que es un lugar muy frecuentado por trabajadores y gente de la zona, se cuelan pocos turistas aquí.
Luego tarde tranquilita viendo algo de tele en la habi y salida a tomar algo y escribir.
Para la cena nos hemos decidido por uno de los bares de la plaza: estaban asando sardinas en la puerta y no hemos podido resistir la tentación. Por supuesto que a las sardinas hemos acompañado alguna que otra delicia marina de la zona, una gozada y, como siempre, a precio razonable.
Resumen de la etapa: 19.6 km en 4 h 54 min a 4.00 km/h con 236 metros de subida. Etapa en wikiloc.
Información importante:
Etapa 5ª del Camiño dos faros.
Informe de seguridad de la etapa.
Enlace a wikiloc etapa de Camiño dos Faros.
Taxi Ángel Tajes en Camariñas: 628314339.