6ª Figueras – Mondoñedo


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Noche de pesadilla por los mosquitos, aunque rodeado de mujeres en habitación peregrina con ausencia (casi) de ronquidos.

He desayunado a primera hora con Inma y hemos salido juntos caminando hasta Ribadeo. Yo tengo planificadas las etapas con idea de llegar hoy a Mondoñedo ya que la otra vez me quedé con ganas de una visita más detallada a la ciudad. El problema es que para quedarse en Mondoñedo hay que descuadrar tres etapas y hacerlas en dos con el consiguiente aumento de quilómetros. Esto además supone perder, una vez más a toda la gente con la que voy coincidiendo en la ruta, entre ellas Inma y el resto de chicas con las que pasé el día anterior.

Hemos ido caminando y charlando hasta llegar a Ribadeo y allí nos hemos despedido deseando todo lo mejor ante nuestro próximo enfrentamiento en la supercopa española. Al salir hemos encontrado a Ximo, un caminante con el que habíamos coincidido en el albergue el día anterior. Yo he continuado con él porque también tiene intención de llegar hasta Mondoñedo. A buen ritmo, charlando de nuestras experiencias cotidianas y peregrinas hemos llegado sin hacer parada hasta Lourenzá y, desde allí, hasta Mondoñedo.

La etapa es muy larga pero merece la pena si el objetivo es quedarse en Mondoñedo. Es una etapa dura con mucho desnivel, con tramos por carreteras secundarias y pistas de tierra. Se nota que entramos en Galicia y dejamos la costa por el aumento del desnivel.

Yo había reservado habitación en el seminario de Mondoñedo y nos hemos despedido a la entrada en la ciudad para luego vernos por la tarde porque él se marcha al albergue. El seminario está detrás de la Catedral, muy bien situado y una alternativa de alojamiento realmente interesante por el precio y por las prestaciones. Ambiente austero y recogido pero con los servicios básicos que incluyen wifi.

El día en Mondoñedo ha estado nublado y lluvios, típico de Galicia. Después de ir a la plaza a tomar algo rápido (era tarde para andar dando vueltas) he regresado a la habitación para descansar un rato.

Después del descanso he dado una vuelta por el pueblo incluyendo la imprescidible visita a la Catedral y el barrio de los Molinos.

La cena ha hecho honor a la tierra en uno de los mesones de la plaza del ayuntamiento. Un buen alvariño con mejillones, zamburiñas y pimientos. Los vecinos daban cuenta de un buen chuletón que tampoco desmerecía: un buen sitio para tapear y más.

Resumen de la etapa:39,4 km en 7h 43 minutos. Enlace a wikiloc.

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