Camino Olvidado: Etapa 15ª: Pandorado – Fasgar


Hoy podemos confirmar que os hablamos desde un lugar cercano al paraíso. Cercano por la altura a la que ya nos encontramos pero también, sobre todo, por la belleza del paisaje. La etapa de hoy ha sido una verdadera maravilla cruzando todo el valle Gordo junto al Río Omaña y luego el Río Vallegordo.

Una de las etapas más bonitas de todo el camino que hemos hecho hasta ahora por un terreno sencillo aunque con bastante calor. Vamos por partes.

La cena anoche fue una agradable tertulia con nuestro compañero José sobre anécdotas de los caminos. Todo eso acompañado con un buen platito de callos hechos por la señora del restaurante (nivel alto) y una botellita de vino con la que favorecer la conversación y aligerar la parte sólida. Un par de copitas de color amarillento con hielo y a la cama.

La mañana nos ha amanecido pronto porque a las seis ya estábamos los dos con los ojos como platos. A las 7 menos cuarto nos hemos puesto a arreglar todo y a desayunar lo que habíamos comprado anoche: leche y unos sobaos.

A las 7:15 hemos salido con mucho frío por la carretera que sale enfrente de la casa de Resthy y que pasa por detrás del hotel. Es una carretera secundaria que a esas horas no tenía tráfico (creo que a otras tampoco) y que nos lleva desde Pandorado a la altura del río, con un desnivel de unos 100 metros que se bajan muy cómodos por la carretera. Al ir todo el rato por la sombra ha llegado un momento en que el frío nos tenía para tomar un camino.

La carretera termina en La Omañuela, precioso rincón junto al río. Desde allí se comienza la subida que ya no para hasta el final de etapa para superar un desnivel de 300 metros. La primera parte del camino va por una senda ancha junto al río Omaña recorriendo rincones preciosos. A esa hora de la mañana todo estaba tranquilo y seguía haciendo mucho frío. 

Poco después volvemos a tomar la carretera hasta llegar a El Castillo donde nos hemos desviado para intentar tomar un café que no ha servido para nada porque el bar estaba cerrado. Desde allí hemos vuelto a salir de la carretera para tomar una pista ancha sin ninguna dificultad salvo un paso con bastante agua pero que se podía sortear sin grandes dificultades. 

Más carretera hasta llegar a Cirujales: allí nos hemos vuelto a salir de la carretera para tomar el camino que estaba indicado y ha comenzado nuestra odisea del día. Para empezar hemos encontrado un montón de vacas ocupando todo el camino que no nos dejaban pasar, de repente se han asustado y han montado una estampida que casi se lleva por delante al pastor que estaba al otro lado del camino. Solventado el problema de las vacas nos hemos encontrado con una parte del camino completamente inundada. Joseba, que es del norte, se ha lanzado a la aventura de cruzar «a pelo» y al llegar al tercer paso el agua ya le llegaba casi a la rodilla. En vistas de que no había alternativa y que yo no estaba dispuesto a meterme con botas allí he decidido descalzarme y ponerme mis crocs para cruzar. Si hubiera tenido neopreno lo hubiera usado. Yo he cruzado sin problemas y pasado el río de camino me he secado los pies y me he vuelto a poner mis botas secas mientras Joseba ha tenido que hacer el resto de la etapa con los pies encharcados.

En Villaverde hemos recuperado la carretera con el firme propósito por parte de ambos de no volver a tomar un desvío fuera de carretera a no ser que lo veamos muy claro. Al poco rato nos hemos encontrado con José que venía haciendo el camino al revés. Resulta que nuestro compañero se quedaba hoy también en Pandorado y esta mañana lo que ha hecho ha sido venir en taxi hasta Fasgar y desde aquí hacer el camino a la inversa. Es una manía que tiene él eso de hacer alguna etapa al revés para ver la gente que hay por el camino. Como dice mi compañero Joseba: ¡cada uno se droga con lo que quiere!

Desde aquí todo carretera en suave ascenso constante pasando por alguna que otra pequeña aldea sin servicios de ningún tipo. Mucho calor y cansancio acumulado por el cambio brusco de temperatura. Sin grandes dificultades hemos llegado hasta Barrio, Posada y en Vegapujín hemos salido otra vez a una pista muy agradable que nos ha traído hasta Fasgar.

Fasgar está metido en medio del valle rodeado de impresionantes cerros cubiertos de vegetación. Casas de piedra que ya hacen intuir el Bierzo que mañana alcanzamos. Hemos ido pasando desde los llanos de los días pasados hasta la montaña leonesa en todo su esplendor.

Nos alojamos en la Fasgarecha, maravilloso rincón que ofrece todos los servicios con un servicio muy atento y agradable. Hemos comido de lujo unas fabes con almejas y una carrillera de ternera regado con un Ribera del Duero. Luego Joseba ha ido a hacer sangre al colchón de la habi mientras yo charlaba y aprovechaba la wifi ya que no tenemos teléfono porque no hay cobertura.

Hemos preparado un poco la etapa de mañana que se presenta como muy bonita aunque algo larga. Ahora estamos esperando que baje un poco la temperatura para ir a dar una vuelta por aquí para disfrutar del paisaje que nos rodea.


Resumen de la etapa: 24,9 km en 5 h 21 min. 298 m de subida acumulada. Etapa en wikiloc.

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s